Rusia continuó aumentando la presión sobre las fuerzas de Kiev en Donetsk, donde ya se encuentra a casi 10 kilómetros del nudo logístico de Pokrovsk, mientras Ucrania prosiguió con la ofensiva en la región de Kursk y expande lentamente su zona de control.

"Continúan duros combates en el frente de Pokrovsk", admitió este lunes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tras escuchar un informe del jefe de las Fuerzas Armadas del país, Oleksandr Sirski. Zelenski agregó que sus tropas hacen lo posible para defender Toretsk, a unos 50 kilómetros de Pokrovsk.

Ante la aproximación de las fuerzas rusas, las autoridades locales anunciaron la evacuación forzosa de los menores de la zona. "Más de 53.000 personas, incluidos casi 4.000 menores, viven todavía aquí, pero recientemente el frente (de combates) se acercó demasiado", escribió el gobernador de la administración militar de Donetsk, Vadim Filashkin, en Telegram.

Por ello, explicó, las autoridades han decidido decretar la evacuación forzosa de los menores y de sus tutores legales de las ciudades de Pokrovsk y Rodinske y de una docena de localidades aledañas.

Rusia toma nueva localidad

El Ejército ruso informó en tanto de la toma de la localidad ucraniana de Zalizne, conocida por los rusos como Artiómovo, en su avance hacia Toretsk, uno de los objetivos de la ofensiva rusa en la anexionada región de Donetsk.

"Las unidades de la agrupación militar Tsentr (Centro) liberaron Artiómovo, una de las localidades grandes de la aglomeración urbana del distrito de Dzerzhinsk de la república popular de Donetsk", señala el parte diario del Ministerio de Defensa ruso.

Zalizne, hasta 2016 conocida como Artiómovo, una localidad con una población de unas 5.000 personas antes del comienzo de la guerra, está a menos de cuatro kilómetros de Toretsk, cuya toma permitiría el avance ruso hacia Konstantinivka, un importante cruce de caminos utilizado por Ucrania para el abastecimiento de sus fuerzas.

Kiev amplía su zona de control

Mientras, Ucrania desarrolla su ofensiva en Kursk penetrando la frontera en un segundo punto al oeste del distrito de Glushkovo, donde intenta aislar más de 50 localidades, así como a las fuerzas rusas en la zona, a través de la destrucción de los puentes sobre el río Seim al norte y ejerciendo presión desde las zonas ya capturadas en el este.

Más de 11 kilómetros cuadrados de territorio ruso han quedado bajo control ucraniano al oeste de Glushkovo, donde está surgiendo un nuevo frente a unos 35 kilómetros de distancia de la zona capturada al oeste de Sudzha.

La localidad de Otruba y sus inmediaciones han sido conquistadas por Ucrania, según la plataforma de análisis DeepState, que señala que otros seis kilómetros y la localidad de Tétkino se encuentran en disputa.

DeepState pone en entredicho que Kiev controle más de 1.200 kilómetros cuadrados en territorio ruso y asegura que se trata de la zona de combates entre las partes, mientras que el control ucraniano se ejerce en la mitad de ese territorio.

Reclutas en la guerra

En medio de la propagación de los combates, los padres de reclutas rusos que cumplen su servicio militar en el Ejército ruso dan la voz de alerta para evitar el envío de sus hijos a la guerra, tal y como habían prometido anteriormente las autoridades rusas.

La preocupación de los padres rusos sigue a las informaciones sobre la captura masiva de reclutas rusos en Kursk en los primeros días de la ofensiva ucraniana y los planes de las autoridades de reforzar la defensa de la frontera con su traslado de otras partes del territorio ruso.

Actualmente, en el Ejército ruso sirven unos 300.000 reclutas, la mitad de ellos, llamados a filas en el marco de la campaña de primavera pasada.