La hermana del jefe narco Estaban Alvarado fue indagada ayer por la justicia federal, acusada de organizar el tráfico de estupefacientes desde su vivienda de barrio Belgrano, donde cumplía prisión domiciliaria. Yanina Carina Alvarado es considerada responsable de los 32 kilos de cocaína que se incautaron en julio pasado a un taxi de Rosario y a un auto particular en una estación de servicios ubicada en la ruta nacional 9 a la altura de San Pedro. Se cree que la mujer delegaba la parte logística del transporte de la droga en Agustín De la Encina Cappelletti, un broker de seguros rosarino que está preso en Coronda.

De acuerdo a la causa que llevan adelante los fiscales federales Santiago Alberdi y Matías Mené del área de Investigación y Litigios de Casos Complejos de Rosario, Yanina Alvarado mantiene frecuentes comunicaciones telefónicas desde hace dos años con el recluso que fue allanado en su celda el 2 de julio pasado, un día después de la incautación de la cocaína en San Pedro.

Para la investigación, la droga era traída desde Buenos Aires a Rosario y en la ciudad era distribuida, generalmente en taxis y remises truchos. Casualmente, la causa se inició por el secuestro de 10 kilos de cocaína a dos pasajeros que viajaban en un taxi el 4 de diciembre pasado y que fueron detenidos en Alsina y Ocampo, en el barrio Bella Vista.

De esos “transportistas” que cayeron en el taxi en diciembre pasado, el expediente escaló al resto de la presunta organización. Fue así que se coordinó el operativo “Jackpot” que realizó el 1º de julio pasado la División Antidrogas de la Policía Federal de Rosario, en el que fueron arrestados los hermanos Misael y Fernando Robay, quienes trasladaban los ladrillos de cocaína con el sello “777” a Rosario, uno a bordo del taxi y el otro haciendo "punta".

Otra casualidad es que los hermanos Robay, justamente, figuran como choferes de taxi de Rosario, según pudo constatar Rosario3.

La siguiente persona en caer fue Ayelén Alarcón, que fue localizada en su departamento de Silva y Del Valle Ibarlucea, en Arroyito. Es quien se cree en el expediente, que organizaba el transporte de la cocaína a Rosario y su posterior distribución.

Alarcón también figuró a cargo de la gestión de inmuebles de alquiler temporario en el micro y macro centro de Rosario, donde la presunta banda acopiaba la droga.

Según algunos indicios recolectados por los investigadores, la operación para transportar los 32 kilos de cocaína de Buenos Aires a Rosario se hizo gracias a que algunos miembros de la organización fueron a comprar dólares blue a una cueva financiera situada en Mitre y Catamarca, frente a un hotel céntrico.

Con el resultado de varias medidas investigativas, los fiscales Alberdi y Mené avanzaron un escalón más y allanaron al recluso De la Encina Cappelletti en Coronda, ya que encontraron material en el teléfono de Alarcón que daba cuenta de que la joven cumplía con las órdenes que le impartía ese preso –con una causa federal por narcomenudeo y otra provincial por una tentativa de homicidio–. No fue tarea sencilla, puesto que la joven de 26 años tenía mensajes temporales y algunos contenidos se borraron automáticamente.

En la causa parecía que todo se agotaba en ese interno de Coronda como el dueño de la cocaína secuestrada. Sin embargo, de su celular incautado se desprendieron conversaciones con una antigüedad de dos años con Yanina Alvarado, a quien siempre le rendía cuentas de operaciones narco, le hacía transferencias bancarias o le hacía llegar dinero en efectivo.

Yanina Alvarado fue ubicada el viernes pasado por la División Antidrogas de la PFA Rosario en su casa de Cochabamba al 6800, donde cumplía prisión domiciliaria por una condena unificada a 11 años de prisión –que se le dictó el año pasado– por tráfico de droga y portación ilegal de un arma. De esa propiedad los agentes se llevaron varios celulares que ya fueron enviados a peritar.