La Justicia revocó la excarcelación de Juan Alberto García Tonzo, el policía bonaerense acusado de matar involuntariamente a Bastian Escalante en la localidad bonaerense de Wilde, por lo que volvió a la cárcel.

Según indicó el abogado de la familia de la víctima, Matías Morla, la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal del Departamento Judicial de Lomas de Zamora resolvió hacer lugar al pedido de la querella.

García Tonzo, de 30 años y miembro del Comando de Patrullas de Avellaneda, estaba libre desde el 23 de julio por decisión de la jueza Estela del Carmen Mollo. Pero ahora la Cámara ordenó la detención del oficial que se encuentra imputado por el delito de homicidio cometido con arma de fuego en exceso de la legítima defensa, luego de que las pericias comprobaran que la bala que mató al chico salió de su arma reglamentaria.

El agente había declarado en televisión que no lo vio Bastian "en ningún momento" y agregó que lleva el caso "como puede". "Recién vi al nene cuando estaba en el piso, con la madre gritando, pidiendo por ayuda. Me acerqué, traté de contener la pérdida de sangre y le pedí a los vecinos que llamen al 911. Al día siguiente me enteré que falleció", contó a un canal de televisión.

Por su parte, familiares y vecinos de la víctima realizaron otra marcha en reclamo de justicia por el niño de 10 años asesinado el pasado 10 de julio tras recibir dos tiros, uno en el cuello y otro en el omóplato.

En la movilización, los padres de Bastian pidieron "la máxima condena" para el policía. "Queremos que tenga la máxima condena que se merece", reclamó Johana, madre del chico, durante la nueva marcha que se realizó en esa zona del partido de Avellaneda. Por su parte, el padre, Alejandro, afirmó que para ellos es "un caso de gatillo fácil". "Para colmo usaba balas que están prohibidas. No sé cómo un policía puede tener en un arma esas balas prohibidas", se quejó.

García Tonzo estaba de civil cuando fue asaltado por dos jóvenes que iban en una moto. En ese momento, se encontraba Bastian a bordo de su bicicleta junto a su madre, tras salir de un club de baby fútbol. El efectivo sacó su arma y disparó ocho veces. Dos de las balas impactaron con el cuerpo del chico, que murió posteriormente.