Los gremios docentes iniciarán un nuevo paro de 48 horas a partir de hoy martes para reclamar mejoras salariales que, al menos, alcancen lo perdido por la inflación. Estas medidas se suman a las 72 horas de paro de la semana pasada. Desde el Ministerio de Capital Humano prometen seguir negociando en una comisión, pero las ofertas que dieron fueron ínfimas. El conflicto está llegando a tal punto que los gremios están considerando organizar una nueva Marcha Federal Universitaria en septiembre, tras la multitudinaria manifestación de abril que obligó al Gobierno a actualizar el presupuesto de mantenimiento de las universidades, pero no así los salarios. “Los que nosotros llamamos docentes y no docentes siguieron perdiendo y perdiendo y perdiendo y perdiendo con la inflación a lo largo del tiempo. El Gobierno, lo que no pudo hacer de un golpe, lo viene haciendo a cuentagotas mes por mes. Deja que la inflación haga su trabajo”, advirtió el domingo el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti.

En la última reunión paritaria realizada en el Palacio Sarmiento, el Gobierno propuso un generosísimo aumento salarial de 3 por ciento para agosto y 2 por ciento para septiembre. Los representantes encabezados por el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, y la subsecretaria de Empleo Público, María Rosana Reggi, no salieron de sus sorpresa cuando los gremios le dijeron que no: la oferta apenas si alcanza el 10 por ciento del atraso salarial que tienen (que calculan en, al menos, un 50 por ciento). Las autoridades no parecieron entender esta simple cuenta matemática, lo que no deja de reafirmar la necesidad de más y mejor educación pública.

Sin una mejorar sustancial a los salarios (cerca del 90 por ciento del presupuesto universitario), el Frente Sindical Universitario inició un plan de lucha que comenzó con 72 horas de paro la semana pasada y sigue con otras 48 horas esta semana. Pese a ser medidas de protesta protegidas por la Constitución Nacional, los días de paro seguramente serán descontados. El paro de esta semana cuenta con el apoyo de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (Conadu Histórica), la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), la Asociación Gremial de Docentes de la UTN (Fagdut), la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (Fatun) y la Unión de Docentes Argentinos (UDA).

También las autoridades universitarias, sin participar de las medidas de protesta, tienden a acordar con la necesidad de mayor financiamiento. El vicerrector de la UBA Yacobitti abandonó cualquier pretensión metafórica y afirmó que  "el Gobierno quiere destruir la universidad pública". "Todos tienen en claro que lo que pasó con los sueldos de los profesores universitarios y que es un ajuste mucho mayor que el resto de los salarios de toda la administración pública", remarcó

“Un profesor universitario adjunto, que trabaja con dedicación exclusiva, arranca cobrando de sueldo básico 800 mil pesos, está por debajo de la línea de pobreza. Un administrativo cobra un poco más de 500 mil, está peleando con la indigencia”, graficó. El vicerrector señaló que este atraso no es casual: “El Gobierno está intentando quitar legitimidad de algo que funciona bien, haciendo que de a poquito funcione mal, cerrándole el grifo. No tengo ninguna duda de que Javier Milei quiere cerrar la universidad pública porque es parte de lo que él llama una organización criminal, que es el Estado".

“No es un problema de fondos ni de caja porque ya demostraron que tienen fondos para subsidiar una baja del impuesto a los Bienes Personales, que es el impuesto a los más ricos. Eso hacelo ya no tenés ninguna otra cosa para financiar que te parezca que valga la pena. Seguimos subsidiando empresas que tienen ganancias millonarias en dólares", disparó Yacobitti. 

En tanto, el secretario general de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), Daniel Ricci, remarcó: "El Gobierno no ha dado respuesta a nuestros reclamos, a pesar de que hemos perdido más del 50 por ciento de nuestro salario debido a la inflación y los escasos aumentos". "Sin salarios dignos, no hay Universidad de calidad", remarcó también Emiliano Cagnacci, secretario general de la Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (ADUBA). 

Por su parte, el secretario general de Conadu, Carlos De Feo, destacó: "Ha sido un avance importante la aprobación en el Congreso de la Ley de Financiamiento para las Universidades Públicas pero tenemos que tener presente que es solamente un paso. Hoy falta mucho camino", explicó y advirtió que "por eso decidimos llevar adelante una gran marcha universitaria que ponga sobre la mesa la decisión de los trabajadores, de los estudiantes y del conjunto de la comunidad universitaria de seguir peleando por una universidad que cumpla con el derecho de los argentinos a la educación superior".

La marcha todavía no tiene fecha, pero Conadu propuso que sea entre el 9 y el 13 de septiembre. La idea es volver a lograr masividad. "Durante el Plenario se consensuó también el repudio a la decisión del Ministerio de Justicia de cerrar la Unidad Especial de Investigación de la Desaparición de Niños como Consecuencias del Accionar del Terrorismo de Estado dependiente de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y a la declaración de esencialidad de la educación en sus niveles obligatorios que tiene como único objetivo suprimir el derecho constitucional de huelga en el sector", indica el comunicado de la semana pasada de la CONADU.

En tanto, el Ministerio de Capital Humano aseguró que, pese a las medidas gremiales, el segundo cuatrimestre se desarrollará normalmente, aunque no explicaron cómo. Aseguraron que los fondos para las universidades nacionales están garantizados. Además, indicaron que van a crear una Comisión Técnica Tripartita para intentar acercar las posiciones entre las partes y continuar con las negociaciones.

No está claro aún si esa comisión se reunirá en nuestro país o en Narnia.