El Día de la papa frita se conmemora cada 20 de agosto en todo el mundo. Aunque se desconoce quién es el autor y cuál fue el motivo de esta iniciativa, hay motivos suficientes para celebrar a uno de los acompañamientos favoritos de muchos platos.

Si bien no existe un consenso sobre el origen de la papa frita y las circunstancias de su invención, varios especialistas de la cocina coinciden en que la autoría de la receta es europea. Sin embargo, datos como el lugar y el momento de la primera vez que alguien hizo papas fritas, cambia según quién cuente la historia.

Según un artículo de la revista National Geographic, en 1553, Pedro Cieza de León, un español que luego se convirtió en historiador, describió a la papa como “una especie de nuez de la tierra que, después de hervida, es tan tierna como castañas cocidas”. El artículo añadía que era posible que las papas incas se sirvieran fritas, ya que freír era costumbre en la cultura española.

Así todo, la raíz de las papas fritas sigue siendo discutida a partir de dos hipótesis: una que sostiene que son de Francia y otra que indica que son de Bélgica.

Según los belgas, las papas fritas fueron inventadas por aldeanos que vivían cerca del río Mosa para acompañar o suplantar el tradicional pescado frito en invierno. Otra versión dice que durante la Primera Guerra Mundial, los soldados estadounidenses apostados en Bélgica descubrieron este plato y, ya que el idioma dominante en el sur de ese país es el francés, las llamaron “french fries" (papas francesas).

Por su parte, los franceses aseguran que las papas fritas fueron comercializadas por primera vez por vendedores ambulantes en el Pont Neuf de París en la década de 1780, versión se refuerza a partir de las más de 150 recetas escritas a mano entre 1784 y 1789 por James Hamming, que fue esclavo de Thomas Jefferson. 

El tercer presidente estadounidense había enviado a Francia a Hamming para formarse como chef en esos años, y entre sus anotaciones se encontraban el paso a paso para hacer helado de vainilla, macarrones con queso, y papas fritas, que el esclavo originalmente nombró como “pommes de terre frites à cru en petites tranches” (papas fritas crudas en pequeños cortes).

Las papas fritas no parecen haberse popularizado entre el público en general hasta la década de 1870, siendo en 1900 su momento de real esplendor en varios países. Su nombre mutó en cada lugar de acuerdo a la cultura y la forma en la que se las preparaba. En Francia, por ejemplo, se dice que la cocción de las papas es con aceite, mientras que en Bélgica, se fríen primero en grasa y luego en aceite. 

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