Argentina vuelve a vivir desde este martes 48 horas de paro docente universitario. El cuerpo docente y no docente de las universidades nacionales reclama una actualización salarial acorde a las pautas inflacionarias de los últimos meses. La semana pasada, una huelga de 72 horas afectó al inicio del segundo cuatrimestre.

Los universitarios rechazan la propuesta que hizo el Gobierno de Javier Milei de un incremento del 3 % en agosto y del 2 % para septiembre. Los gremios, con el apoyo de los rectores, reclamaban un 40 % o al menos igualar a los empleados estatales, en un contexto en que la inflación anual alcanzó 263,4 % en julio pasado.

Pero, además, los universitarios denuncian un desfinanciamiento del presupuesto universitario porque alegan que solo se financian los gastos de funcionamiento, cuando gran parte del presupuesto se destina a los salarios.

El conflicto salarial se da en contexto de fuertes recortes de los fondos públicos destinados a la educación, como parte del severo plan de ajuste puesto en marcha en diciembre pasado por el Ejecutivo de Milei.

La consigna de los trabajadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) habla de lograr "salarios dignos para quienes tienen la misión de garantizar una formación de excelencia" para sus estudiantes.

El vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, había advertido, en una entrevista radial que "no tiene ninguna duda" sobre que Milei quiere terminar con la universidad pública, al señalar que busca "quitar legitimidad a algo que funciona bien" al dejar que la inflación haga su trabajo y los profesores tengan que hacer huelga porque no llegan a fin de mes.

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