Los clásicos se definen por su potencia para permanecer en el tiempo. No importa siquiera su antigüedad: hay clásicos instantáneos, de ayer nomás, que denuncian su estatura desde la primera escucha. Y escucha, escucha atenta, es lo que exige y consigue Hilda canta Charly. Porque allí se concentran dos tipos de clásicos, las canciones eternas de Mr. García y la voz inoxidable de Hilda Lizarazu, que no solo conoce bien el material como integrante de Los Enfermeros sino que es una de las grandes voces argentinas.

Entonces, en un recorrido de once canciones que van de la antigüedad ("Rasguña las piedras") al Charly más reciente ("La máquina de ser feliz"), Hilda regala belleza sin reservas y sin fallas. Cada quien tendrá su momento favorito dependiendo de sus preferencias garciescas; será la emocionante "Cómo mata el viento norte" o la invitación al bailongo de "Bancate ese defecto" y "Nos siguen pegando abajo" a puras cuerdas, o el recuerdo de los densos '70 en "Grasa de las capitales" y "Desarma y sangra", el tono lúdico de "La canción del indeciso" o el muy necesario recuerdo de "Los dinosaurios", página clave para ejercer la memoria en estos tiempos de negacionismo y reivindicación del genocidio.