El cambio en la matriz de prestaciones del Fondo Nacional de las Artes (FNA) fue el eje alrededor del cual orbitó la presentación de las Líneas de Fomento 2024, que se llevó a cabo este martes en la cúpula del Centro Cultural Kirchner (rebautizado por la gestión mileísta como Palacio Libertad), "un lugar emblemático que prontó pasará a ser la sede del Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento, un verdadero prócer de nuestro país", proclamó el secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, en sus palabras de bienvenida. "Me alegra mucho ver entre los presentes a tanta gente comprometida con esta batalla cultural que asumimos en diciembre de 2023 junto al presidente de la Nación, Javier Milei, y a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei", expresó.
Cabe destacar que esa "batalla cultural" constó en sus inicios de un proyecto de ley (el primer documento de la denominada Ley Bases) que intentó disolver organismos como el FNA o el INT. Este diario cubrió un abrazo a la institución en el que la comunidad artística rechazó aquella iniciativa. La gestión tuvo que retroceder, pero en el medio hubo varios nombramientos, interinatos y renuncias (como la de Javier Torre), hasta que llegó a la presidencia Tulio Andreussi Guzmán, quien se ocupó de comunicar cuáles serán los objetivos principales de la gestión.
Cifelli habló del deseo de convertir al Estado en un "facilitador de sueños" y no en una "barrera", agradeció a la ministra de Capital Humano –Sandra Pettovello– e informó: "Junto al ministro Federico Sturzenegger estamos trabajando para sacar todas las trabas que hoy les impiden a ustedes ser protagonistas en el mercado internacional del arte". Pero la definición más ilustrativa en relación a las nuevas líneas de fomento la dio Andreussi, quien remarcó: "El FNA debe ser entendido como una entidad financiera para prestar apoyo y fomentar a las artes en todo el territorio argentino". Es desde esta perspectiva que hay que leer los cambios al interior del organismo. El presidente citó el decreto 1224/58 y puso el foco en el otorgamiento de créditos a las actividades artísticas y a la cultura, su difusión en el exterior, la administración, fiscalización y distribución de los ingresos obtenidos a través de las leyes de fomento.
Desde esta matriz de gestión, los concursos, las becas y los subsidios son concebidos como "actividades complementarias" y, por ende, cuentan hoy con un presupuesto menor. En este punto, cabe preguntarse si la realidad del campo cultural argentino y el tan mentado "mercado de las artes" es la misma que hace 66 años, momento de creación del Fondo. Otro punto interesante es el modelo que Andreussi toma como referencia: en su presentación mencionó a Juan Carlos Pinasco (1958-1973, primera gestión durante la presidencia de Aramburu) y Amalia Lacroze de Fortabat, quien gestionó entre 1992 y 2002 durante el menemato.
"En los últimos años de gestión sucedió que las prestaciones denominadas actividades complementarias pasaron a ser las actividades principales del Fondo. Las becas empezaron a tomar mucho protagonismo y a demandar muchos ingresos, y una política de subsidios que no era la correcta dejó al Fondo en una situación de debilidad", determinó el funcionario a modo de balance. Andreussi explicó que encontró "un organismo acéfalo en el que todos los directores habían renunciado, una estructura desordenada y una seria problemática financiera". Frente a ese panorama decidió implementar una "revisión interna", varias "reestructuraciones" y una reducción de los costos operativos en un 30%. "Esa baja es para poder volcar todo ese dinero a la cultura otra vez", aseguró.
Entre los objetivos que trazó la gestión figuran la fiscalización de los recursos, la puesta en valor del patrimonio de la casa Victoria Ocampo y la sede Alsina, la reactivación de la sala Clorindo Testa para artistas emergentes y un crecimiento sostenido del organismo. Santiago Valentino, gerente de Planeamiento y Servicios Culturales, fue quien presentó las Líneas de Fomento 2024 e informó que se destinará un 68,89% ($516.356.128) de los recursos a préstamos, un 20,06% ($150.400.000) a becas, un 8,95% ($67.065.000) a premios y un 2,10% ($15.727.481) a subsidios. En línea con Nación, la gestión del FNA se presenta como una gestión que apunta a la "eficiencia y sustentabilidad" con una base sólida en las cifras y los aspectos cuantitativos. Sin embargo, a la hora de hablar de la cantidad de prestaciones, Valentino subraya: "Más que preguntarnos cuántos beneficios o prestaciones vamos a dar, ahora la pregunta sería para qué".
Este año el foco estará puesto en los préstamos, ahora discriminados en función de su destino: a proyectos culturales, a personas físicas (artistas) y a personas jurídicas (empresas vinculadas al sector artístico-cultural). Esto último es una novedad y habrá que seguir de cerca su evolución considerando antecedentes polémicos de programas como el Distrito Tecnológico creado por Carlos Pirovano en CABA, que en su registro incluía empresas que no cuadraban del todo con las características de la actividad o entraban con fórceps. El tope para los préstamos destinados a personas físicas será de $10 millones y para personas jurídicas de $20 millones (con una tasa anual del 0% ajustada por Unidades de Valor Adquisitivo, hasta en 36 o 48 cuotas mensuales dependiendo del monto). "Pedir un préstamo al Fondo tiene un valor en sí mismo. Es una muestra de confianza mutua", recalcó Valentino.
En relación a las becas, ya se lanzaron las tradicionales Becas Creación para acompañar y fortalecer proyectos de creación e investigación artístico-cultural: serán alrededor de 200, la inscripción estará abierta hasta el 19 de septiembre y habrá $850 mil para becas individuales y $1 millón para becas grupales. Por otra parte, se lanzó el Programa Formadores dirigido a la formación y capacitación en áreas culturales: la inscripción estará abierta hasta el 24 de septiembre y habrá $600 mil para proyectos individuales y $800 mil para proyectos grupales.
Los subsidios se lanzarán a mediados de septiembre, estarán destinados a organizaciones civiles sin fines de lucro y los proyectos serán seleccionados a través de un concurso (el tope es de $2 millones). También se desarrollarán los concursos tradicionales en el área de Letras (hasta el 10 de septiembre), Música Académica, Dramaturgia y Sellos Editoriales Independientes, y habrá tres nuevas propuestas: Proyectos Curatoriales, Puesta en valor de Cementerios y Templos, y Proyecto de Cortometrajes "Arte Registrado". Los montos serán los mismos para todos: $1 millón para el 1° puesto, $750 mil para el 2° y $500 mil para el 3°.
En el evento se presentó oficialmente al Directorio integrado por Marcelo Eugenio Griffi (Banco Central) y Gastón Pulero (Secretaría de Cultura), Mauricio Wainrot (Artes Escénicas y Danza), María Silvia Corcuera (Artes Plásticas), Juan Antonio Lázara (Letras, Patrimonio, Radio y Televisión), Marcelo Nougués (Arquitectura), Miguel Pereira (Cine), Teresa Anchorena (Patrimonio y Artesanías) y Guillermo Scarabino (Música), cuyos cargos son ad honorem y tendrán una duración de cuatro años.