Rosario fue sede ayer del Foro de Fiscalías de Investigaciones Administrativas y Oficinas Anticorrupción al que asistieron el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, el gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente Javkin.
Libarona destacó que en Rosario “han reducido considerablemente la tasa de homicidios, hay actividad comercial y turismo”. Dijo que “uno de nuestros principales objetivos fue ordenar la Justicia, estableciendo un nuevo orden procesal, nuevas leyes, fortaleciendo el Poder Judicial, ampliando derechos humanos de víctimas y vulnerables, sin privilegios ni impunidad para nadie, con una justicia eficaz”; y precisó que “nuestra tarea es brindar a jueces y fiscales las herramientas legales y la estructura necesaria para pasar de una justicia ineficaz, lenta, alejada de la realidad a una que funcione mejor, sea rápida, respetada y de soluciones concretas”.
El gobernador Pullaro a su turno planteó como "muy importante que podamos pensar una política pública que golpee a fondo la corrupción y el lavado de activos. No puede existir un Estado desordenado cuando las organizaciones criminales están organizadas y nos sacan ventaja por la desorganización”.
“En la provincia de Santa Fe logramos que todos comprendiésemos la problemática y la profundidad. Entendimos que los tres poderes del Estado provincial, junto al nacional, teníamos que trabajar juntos en la lucha contra la violencia. Lo que sucedió en Rosario tiene que ver con un proceso que fue madurando durante años desde la impunidad. Existieron organizaciones criminales que se consolidaron en esta ciudad durante mucho tiempo y que no fueron perseguidas ni por la Justicia ni por la Policía. La primera causa federal que tienen Los Monos es de diciembre del año 2015, cuando era ministro de Seguridad”, recordó el gobernador.
“Quienes somos parte del Estado nos tenemos que animar a hacer las reformas normativas necesarias. A veces sentimos que estamos corriendo por detrás. Hay normas que en Santa Fe recién las tenemos este año, como la Ley de Inteligencia. Pero también necesitamos reformas en el orden nacional para perseguir el delito con su propia dinámica. Sin corrupción no hubiese existido la impunidad que tuvimos y, sin esa impunidad, no hubiésemos tenido los índices de violencia que tuvimos”, finalizó.