El presidente ruso, Vladimir Putin, comparó la actual incursión ucraniana en la región rusa de Kursk con una sangrienta toma de rehenes en una escuela de Beslán, en el Cáucaso, al cumplirse este martes 20 años de esa tragedia. La ofensiva ucraniana en Kursk entró en su tercera semana sin que se pueda juzgar todavía su impacto en el curso de la guerra, pero en Ucrania predominan las evaluaciones positivas, después de que Kiev recuperara la iniciativa en el frente por primera vez en meses.
Al margen de su visita a una escuela de Beslan, Putin declaró que "así como luchamos contra los terroristas, hoy debemos luchar contra quienes cometen crímenes en la región de Kursk, en el Donbás, en la Nueva Rusia". El Donbás es una región del este de Ucrania, controlada en gran parte por tropas rusas, mientras que el término "Nueva Rusia" se refiere a un proyecto de crear un territorio ruso en el sur y el este de Ucrania, donde las tropas rusas concentran la ofensiva de la intervención militar lanzada en febrero de 2022.
"Tal como hemos alcanzado nuestros objetivos en la lucha contra el terrorismo, los alcanzaremos también en la lucha contra los neonazis", aseguró Putin, retomando uno de los argumentos usados al lanzar esa operación, sobre la "desnazificación" de Ucrania. En esta primera visita al lugar del drama, Putin rindió homenaje a las víctimas de la toma de rehenes en la Escuela Número 1 de Beslán, una pequeña ciudad de la república rusa de Osetia del Norte.
El primero de septiembre de 2004, un comando que reclamaba la retirada de las tropas rusas de Chechenia asaltó el centro educativo, tomando como rehenes a más de mil personas. Tres días más tarde, tras el asalto de las fuerzas de seguridad, 332 cadáveres, entre ellos los de 186 niños, yacían en el recinto.
El 22 de marzo de este año, Rusia sufrió el peor atentado cometido en el país desde el de Beslán, cuando hombres armados atacaron la sala de conciertos Crocus City Hall, en la periferia de Moscú, matando a 145 personas e hiriendo a centenares. La matanza fue revindicada por la organización yihadista Estado islámico (ISIS), pero las autoridades rusas atribuyen su orquestación a Ucrania.
Para Ucrania su ofensiva es "sensacional"
La visita de Putin al lugar se produce en momentos en que Rusia enfrenta una incursión en la región de Kursk, iniciada el seis de agosto. Ucrania desencadenó esta operación después de meses de repliegue en su propio territorio frente a las tropas rusas. El mero hecho de que Ucrania controle varias localidades y más de mil kilómetros cuadrados de territorio ruso es "sensacional", opinó Oleksandr Merezhko, diputado de Servidor del Pueblo, el partido del presidente Volodimir Zelenski, y jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento.
"Esto tiene unos efectos geopolíticos muy importantes y destruye el mito de que Rusia es una gran potencia", declaró Merezhko a la agencia EFE y enfatizó que Ucrania, formalmente en el bando en inferioridad, demostró que Moscú es "débil, incapaz de controlar su territorio y proteger a su población". Los "éxitos tácticos" de Ucrania en Kursk equivalen a una "derrota estratégica" de Putin, afirmó Merezhko.
Los servicios médicos rusos cifraron este martes en 17 los civiles muertos y en más de 140 los heridos a causa de la ofensiva lanzada por Ucrania en esa entidad federada. Según el portal informativo RCB-Ukraina, Putin habría ordenado a sus militares expulsar a las fuerzas ucranianas de Kursk antes del primero de octubre, pero sin retirar efectivos de los sectores donde el ejército ruso avanza en la región de Donetsk.
Con ese fin el ministerio de Defensa ruso anunció este martes la creación de las agrupaciones de tropas "Bélgorod", "Briansk" y "Kursk", que llevan el nombre de las homónimas regiones fronterizas con Ucrania, para defenderlas de los ataques enemigos. Las agrupaciones, cuya formación fue anunciada al término de una reunión presidida por el titular de esa cartera, Andréi Beloúsov, defenderán a los ciudadanos de los drones enemigos y de otros tipos de ataque.
De acuerdo con los últimos datos ofrecidos por Volodimir Zelenski, las fuerzas de Kiev controlan un total de 93 localidades y unos 1.260 kilómetros cuadrados del territorio de Kursk, poco más del cuatro por ciento de su superficie. "Seguimos reforzando nuestras posiciones, estabilizando las zonas designadas y reponiendo el fondo de intercambio para Ucrania", dijo el mandatario ucraniano en un videomensaje a los ciudadanos en alusión al gran número de soldados rusos capturados prisioneros en la región de Kursk.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) aseguró que Estados Unidos, el Reino Unido y Polonia participaron en la organización del ataque ucraniano en Kursk. De acuerdo con el SVR, los asesores militares de la OTAN ayudan a las tropas ucranianas que invadieron el territorio ruso a través de la entrega de datos satelitales de la posición de las fuerzas de Rusia en Kursk.
Rusia empuja en el frente oriental
Mientras tanto las tropas rusas siguen avanzando en la región oriental de Donetsk, donde capturaron la simbólica ciudad de Nueva York. Las tropas de la agrupación militar Centro eliminaron un gran contingente de fuerzas ucranianas que defendían Nueva York, ciudad de tres mil habitantes (más de mil antes de la guerra), informó el ministerio de Defensa de Rusia en su parte diario.
El mando militar ruso destacó que Nueva York (Novgoróskoye para los rusos) es una de las localidades más importantes y "un importante nudo logístico" en las inmediaciones de la ciudad de Toretsk. La captura de Toretsk es clave para desarrollar la ofensiva desde el sur hacia Kostiantinivka, ciudad situada a solo 12 kilómetros y que abre el camino hacia Kramatorsk y Sloviansk, las mayores plazas fuertes de Ucrania en Donetsk, anexionada por Rusia en septiembre de 2022.
Como consecuencia de un ataque perpetrado ese martes por las fuerzas rusas sobre una zona infantil de la región de Zaporiyia, un adolescente de 14 años murió y otros cinco menores resultaron heridos, según las autoridades locales. El ataque tuvo lugar en la localidad de Malokaterinivka, a unos 30 kilómetros de la línea del frente que separa los territorios controlados por las fuerzas ucranianas de los que están tomados por Rusia.
El gobernador regional, Ivan Fedorov, criticó que los "terroristas" no se detengan siquiera cuando sus ataques pueden matar niños. Naciones Unidas estima que más de 600 menores murieron por la violencia desatada en Ucrania desde que Rusia lanzó su invasión militar en febrero de 2022, aunque asume que la cifra real es mayor ante la falta de información.