"Nunca más es nunca más. Fuera los diputados negacionistas del Congreso Nacional", fue la consigna que reunió este martes al medio día a decenas de personas fuera del Congreso. Con una radio abierta se reclamó por la expulsión de los legisladores de La Libertad Avanza, Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo y Rocío Bonacci, que el 11 de julio visitaron a los genocidas condenados por crímenes de lesa humanidad. Frente a la falta de respuesta por parte de la Cámara baja para hacer responsables y aplicar sanciones, la movilización sumó apoyo al proyecto de resolución de la diputada de Unión por la Patria, Gisela Marziotta, que solicita a la Cámara baja que suspenda a los participantes de la excursión al penal de Ezeiza hasta tanto se defina qué sanciones les corresponde.

En simultáneo a la actividad, dentro del Congreso, la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento de Diputados se reunió para “abordar la creación de una comisión investigadora” que evalúe el caso de estos seis diputados. En ese contexto, Marziotta anunció que llevará su propuesta a la sesión de este miércoles para que, hasta tanto se resuelva la sanción disciplinaria que les corresponde por la visita, los diputados sean suspendidos "sin goce de dieta ni beneficio alguno".

El día helado y gris no fue impedimento para que representantes de distintas organizaciones de Derechos Humanos, sindicatos, nietos recuperados, jubilados, militantes y autoconvocados se hicieran presente fuera del Congreso y rodearan el camión celeste con imágenes de importantes personajes de la historia nacional, donde funcionó la radio abierta.

“El objetivo es salir del recinto y visibilizar de cara a la sociedad esto que está ocurriendo”, sostuvo Marziotta en diálogo con Página/12. “Recuperamos nuestra democracia hace 40 años, en ese proceso fueron 30.000 los compañeros detenidos desaparecidos que perdimos y seguimos buscando a los hijos y nietos que todavía no recuperaron su identidad. Con nuestra historia nosotros no podemos permitir que dentro de la casa de la democracia haya diputados negacionistas de la dictadura”, agregó.

Tereza Ragni e Ilda Monton se acercaron ese día a acompañar el proyecto de la diputada porque no podían “mirar para otro lado”. Envueltas en sus bufandas y gorros de lana, las dos mujeres integrantes de la Federación de Centros de Jubilados y Pensionados “Fuerza y Voluntad Transformadora”, dialogaron con este medio: “Nosotras hemos pasado por las violaciones, las torturas, los secuestros de los niños, nosotras vimos cómo tiraban desde el aire a personas vivas. No podemos olvidarnos de todo esto”, sostuvo Ragni. A su costado, Monton sumó: “No venimos a pelear por nosotros, sino por todos los que vienen atrás”. Desde el escenario se escuchaba a una de las delegadas de Jubilados-ATE asegurar: “Les viejes tenemos memoria, sabemos quién es quién en esta fiesta”.

En la imagen que trascendió se ve a los genocidas de la ultima dictadura cívico-militar que participaron del encuentro como el exoficial de la Marina que se infiltró en las Madres de Plaza de Mayo y secuestró a las monjas francesas, Alfredo Astiz, y a otros como Guillermo Suárez Mason jr, Raúl Guglielminetti, Adolfo Donda y Antonio Pernías. Se supo además que allí hubo un intercambio de iniciativas para frenar las causas por lesa humanidad y acelerar el proceso para que los condenados se vayan a sus casas.

Enrique García Medina

Una vez se conoció la noticia, la diputada Arrieta justificó su participación por desconocimiento de la historia argentina y de los represores debido a que nació en 1993. Rápidamente, en su intento por despegarse terminó por presentar una denuncia penal para que se investigue la visita y aportó pruebas del chat interno que tenían los libertarios que asistieron. “Mi nieta tiene 13 años y me pregunta qué pasó el 24 de marzo, ¿Cómo puede ser que esta diputada diga que no sabía?”, se preguntó Noelia, integrante de jubilados ATE, cuando tomó el micrófono.

“Que digan que no los conocían para mi no es motivo para reducir la sanción, todo lo contrario, es una agravante. Ser diputada nacional, parte de la casa de la democracia, y no saber quiénes son los genocidas condenados por delitos de lesa humanidad en nuestro país es un agravante. Si verdaderamente está arrepentida, entonces que renuncie a la banca”, indicó Marziotta a este medio.

Durante su participación, la exministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, afirmó: “Esto que sucedió trasciende el hecho específico de la visita. Esta es la ratificación de que el proyecto político que hoy nos gobierna es la expresión de lo que han sido los sucesivos gobiernos neoliberales en nuestro país. Han intentado siempre mantener a la Argentina como una colonia dependiente y saben que solo pueden hacerlo a través de la violencia”. También estuvo el legislador porteño por UxP, Matías Barroetaveña.

Por su parte, la diputada nacional de UxP, Sabrina Selva, dijo: “No podemos concebir esto como un hecho aislado. Tenemos un presidente negacionista y el encuentro tuvo el acompañamiento y la facilitación de funcionarios públicos como Patricia Bullrich. Estamos frente a un momento histórico donde vemos como se pone nuevamente en tela de juicio los consensos democráticos”.

Marziotta ya había presentado un proyecto para expulsar a los diputados que participaron de la visita, pero no tuvo el acompañamiento del resto de los bloques para incorporarlo al temario de la sesión del 7 de agosto. “Dime lo que votas y te diré quién eres”, dijo la diputada. “Los discursos de los diputados no valen nada si después su voto va en contra de lo que expresan. Mañana vamos a intentar incorporar al temario de la sesión la suspensión hasta tanto haya una sanción definitiva y esperamos que esta vez nos acompañen el resto de los bloques”, completó.

Informe: Lucía Bernstein