La Escuela de Psicoanálisis Sigmund Freud Rosario realizará mañana viernes y el sábado sus XVI Jornadas "Vigencia del acto de invitar a hablar: la responsabilidad del sujeto", a los 45 años de su fundación. 

En el argumento convocante se lee: al comienzo de su enseñanza Lacan interroga ¿en qué medida una palabra es una palabra? Y responde: en la medida que haya alguien que crea en ella. La palabra existe a partir del momento en que quiere hacer creer algo y exige reconocimiento. Freud mostró cómo la palabra que desliza la transmisión del deseo puede hacerse reconocer en tanto está organizada como sistema simbólico. La regla fundamental, acto del analista, organiza ese marco simbólico.

Para expresar en tres tiempos la estructuración de la palabra en la búsqueda de la verdad, Lacan acuña la siguiente frase: el error huyendo del engaño y alcanzado por la equivocación. Desembarazado el discurso de sus convenciones, mediante la regla fundamental, comienza a jugar más o menos libremente respecto al discurso corriente, y abre al sujeto esa fecunda vía de la equivocación en la que la palabra verídica confluye con el discurso del error.

En el discurso analítico el sujeto despliega su verdad, su historia. Pero hay allí huecos donde se produce lo que fue wervorfen, rechazo originario, o lo que fue verdankt, en un momento accedió al discurso y luego fue rechazado, o cuando la palabra huye de la equivocación fecunda y se descubren esos puntos que no fueron integrados a la historia del sujeto, sino reprimidos.

El analista desembarazado por su análisis del discurso corriente, dará lugar, abstinencia mediante, a que el analizante pueda fundar con su palabra, un decir.

Decimos responsabilidad del sujeto, en tanto este sujeto es efecto de la cadena significante, no implica un “hacerse cargo” sostenido en el yo.

Freud advierte en 1925, en “La responsabilidad moral por el contenido de los sueños”, la diferencia entre un jurista y un psicoanalista, respecto a la responsabilidad. Al jurista lo sostiene el asentimiento yoico mientras que el psicoanalista convoca a los pensamientos inconscientes.

Responsabilidad viene del latín responsum, responder. Responder por sus actos implica que ese sujeto efecto de la cadena significante, responde con su división. Hablar de responsabilidad del sujeto sugiere los efectos subjetivos de un acto. De nuestra posición de sujeto somos siempre responsables. Interrogamos este aforismo de Lacan e invitamos a trabajar, mañana viernes de 9.45 a 18 y el sábado desde las 9.30 a las 17.45 en ECU, Espacio Cultural Universitario, San Martín 950, Rosario.

*Junto a Dora Gómez, Victoria Koduss, Camila Simonit, de la Comisión de Jornadas. Colaboran Clara Sasian y Georgina Marotta. Informes [email protected]