Estudiantes de distintas universidades nacionales (UBA, UNLP, UNR, UNAB, UNQui, UNAJ, UNC, UNCUYO, UNL, UNMdP, UNSAdA, entre otras) se reunieron este miércoles desde las 10 de la mañana en las puertas del Congreso de la Nación para realizar un stream en vivo -que incluyó con entrevistas a rectores, autoridades universitarias, referentes gremiales, diputados nacionales y dirigentes estudiantiles- con el objetivo de de exigirles a los senadores y senadoras nacionales el tratamiento y la aprobación urgente de la Ley de Financiamiento Universitario.
Entre los disertantes que participaron de las entrevistas estuvieron las diputadas nacionales Danya Tavela y Mónica Fein, el diputado nacional Esteban Paulón, el secretario general de la Asociación de Docentes de la UBA (ADUBA), Emiliano Cagnacci y el secretario general de la Asociación del Personal de la UBA (APUBA), Luciano Cagnacci. Además estuvieron Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario, Pablo Domenichini, rector de la Universidad Nacional Guillermo Brown y Jorge Anró, secretario adjunto de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN), entre otros.
Tres claves de la Ley de Financiamiento
En el stream, los y las estudiantes detallaron las claves de la Ley de Financiamiento. Esta misma implica:
Garantizar la protección y el sostenimiento del financiamiento de las Universidades Nacionales en todo el territorio.
Prevenir la actualización de gastos de funcionamiento de manera bimestral por el índice de precios al consumidor (IPC).
Establecer la recomposición salarial de docentes y no docentes acorde a la inflación, para recuperar la pérdida del 40% del poder adquisitivo que han tenido durante este año.
La crisis que atraviesan las Universidades Nacionales no tiene antecedentes en los últimos 40 años de democracia. El 23 de abril la sociedad argentina salió a las calles a manifestarse en defensa del sistema universitario y gracias a esto, se logró la actualización en gastos de funcionamiento de un 270 por ciento.
Sin embargo, la crisis se sostiene producto del deterioro salarial de los trabajadores universitarios docentes y no docentes que han perdido mes a mes contra la inflación.
A su vez, las becas estudiantiles, como las progresar, fueron congeladas a 20.000 pesos en un contexto de aumento generalizado de precios en el alquiler, transporte, servicios, apuntes, y gastos en general. Lo que pone en riesgo de manera directa el acceso, la permanencia y el egreso.
Cabe mencionar también, que las obras de infraestructura de las universidades fueron frenadas por falta de financiamiento y que, y el sistema científico y tecnológico sufre los permanentes embates que someten a los investigadores a la incertidumbre, con un recorte sistemático en las becas de CONICET.