La infancia de Patricia Jullier siempre estuvo rodeada de juegos y juguetes. "Me encantaba crear mis propios juguetes con materiales. Estoy segura que fue el gran estímulo de ver a mi mamá hacer de todo tipo de manualidades y a mi papá arreglar de todo, que no parece un estímulo pero recomiendo mucho a los padres con sus hijos", afirma la docente de nivel superior. Al empezar a conocer los beneficios que los juegos de mesa tienen para la mente decidió crear "La ludo del sur", un espacio gratuito para que los vecinos de Temperley y alrededores puedan juntarse a divertirse, pasar un momento agradable y activar las neuronas.

"Creo que los juegos de mesa y los juguetes son una de los elementos más nobles con los que entramos en contacto en nuestra infancia y que, ahora, disfruto enormemente en la adultez", afirma.

Patricia inició su "idilio amoroso formal” (según sus propias palabras) con los juegos de mesa en 2016, a raíz de formar parte de una charla sobre juegos y educación en un encuentro nacional que se hace todos los años. De allí en más, fue sumando amistades, proyectos, comenzó a dar charlas en el país y en el extranjero sobre la importancia de seguir jugando. Pero le faltaba crear un espacio propio, poner en práctica todas sus palabras.

Patricia Jullier junto a algunos de sus juegos preferidos.

"Me interesaba acercar al adulto al juego de mesa, porque si era altamente beneficioso para mí, seguro que lo sería para otros. Por lo tanto, las tardes de juegos de mesa están orientadas, fundamentalmente, a las personas de 14 años en adelante. La intención es acompañar a adolescencias, adultez y vejez acercárdolos a una actividad sana con múltiples beneficios, ¡también para esas edades! Jugar no es solo cosa de chicos", afirma. 

Para muchos, los juegos de mesa forman parte de la infancia y allí se quedan. Quizás por no permitírselo, quizás por olvidarlo, pero los adultos no suelen dedicarse a la lógica del juego así como así. Sin embargo, Patricia afirma que es un prejuicio común, aunque no tan cierto. 

"Es cierto que mi intención de reconectar a los adultos al juego parte de pensar (y observar) que los juegos se vinculan con los juguetes y los juguetes a la niñez y por otro lado, el ser humano naturalmente (al igual que otras especies) va alejándose del juego a medida que crece. Pero eso no significa que el “adulto juegue cada vez menos”, sino todo lo contrario. Conforme crece el sector de los juegos de mesa y la industria de los juegos de mesa, más y más personas de todas las edades se involucran a jugar", afirma Patricia, muy segura del efecto que el espacio de La ludo tiene en los más grandes. 

"El proyecto no surge de ver que juegan cada vez menos (porque no es cierto) sino de crear tardes en donde adolescentes, adultos y adultos mayores sientan un espacio pensado para ellos. Que en ese espacio se los habilite al juego, un juego sano, un juego que suma y que deja atrás las creencias que comenté anteriormente", dice. 

Patricia tiene experiencia como docente tanto en adolescentes como en adultos (también forma otros docentes). Afirma que los juegos de mesa pueden colaborar en la educación de los adultos a través de algo que en el palo se denomina "aprendizaje significativo". "Partimos de la idea de que la persona aprende algo, verdaderamente, cuando aquello que le das a conocer tiene sentido en su vida y se lo apropia porque le es importante. Dicho de otro modo, generó un impacto en él/ella, es decir, tiene un significado, es valioso", afirma. 

Patricia junto a habitués de La ludo del sur.

Según Patricia, es impresindible usar juegos en el aula para incentivar el conocimiento y acercar a los alumnos a experiencias que, aún pasado el tiempo, les permitan recordar aquello que hay que aprender a través de él. Al utilizarlo en espacios sociales, favorece la conexión con los otros y colabora a desarrollar las habilidades cognitivas al tiempo que repercute en las emociones y, por ende, en el cuerpo.

Lo cierto es que la idea de comunidad se adapta muy bien a las tardes de juego que propone La ludo del sur. Ya cuentan con dos sedes en el Partido de Lomas de Zamora: una en el Club Atlético Temperley y otra en la Casa de la Cultura de Temperley. Una vez por mes, dan rienda suelta a su creatividad. 

Además de personas que se animan a jugar, otras van dispuestas a explicar juegos que ya saben jugar o que aprendieron a jugar en La Ludo del Sur, e incluso a incorporar a la ludoteca que se arma ese día los juegos de su propia ludoteca personal, con previo acuerdo por mensaje para no repetir juegos. "Pretendo que sea una tarde dinámica en donde todos ocupen distintos roles y no que simplemente se sienten a jugar esperando que alguien les explique, porque al ser un espacio gratuito todos debemos cooperar. Eso también nos involucra en una dinámica de interacción social y compromiso que considero valiosa y que nos favorece a todos", afirma Patricia. 

Y algo de razón tiene, porque cada vez asisten más adultos con ganas de jugar y de enseñar a jugar. Los juegos de mesa modernos, además de una fuente inagotable de aprendizaje de diversos temas, pueden ayudar a desarrollar habilidades y capacidades de gestión y resolución de problemas.

"Te comento una anécdota. El domingo fui a la casa de mi hermana. El edificio donde vive tiene 45 departamentos. Voy a tocar el timbre y me encuentro con que el portero tenía todos los números borrados. En su momento, fueron colocados con marcador indeleble pero con el tiempo se borraron. Sólo se veía, claramente, el número 30 y muy borroso el 3. Para colmo de males era de noche y las luces de la calle no me favorecían. Así que menuda tarea buscar el correcto dentro de 45 posibles opciones. Sin embargo esos dos datos solos me sirvieron para ubicar el que necesitaba. Partiendo del 30 y viendo la disposición del 3, en filas de 4, seguí un patrón de orden para establecer la composición de las filas y la disposición de izquierda a derecha de los números, de ese modo ubiqué el necesario. Estoy segura que esa rapidez resolutiva me lo dieron los años de juego que llevo. La mente se ejercita y sin darte cuenta, podés resolver de modo más sencillo cualquier cuestión que no esperabas encontrar", dice Patricia. 

Además de docente, Patricia es licenciada en Administración. Por eso, sus juegos preferidos son de gestión de recursos. "Tenés una serie de recursos escasos y debés decidir qué hacer, resolver una situación, armar una estrategia y tomar una decisión literalmente “con lo que hay”. Uno de mis favoritos, en tal sentido, es el Catán", afirma.

Pero hay para todos los gustos. Otra cartera muy popular de juegos son los de lógica y reacción, como el Fantasma Blitz, que propone una suerte de atención visual distinta del resto. O los cooperativos, como Isla Prohibida. "Hay que armar un verdadero equipo para rescatar 4 tesoros antes que la isla se hunda. Se hunde uno y nos hundimos todos. En educación, este juego es una excelente propuesta para jugarla y que sea disparador de un debate sobre habilidades sociales en clase, con adolescentes", dice la experta. 

En cuanto al futuro, todo es esperanza. "Además de ampliar la comunidad en las tardes de juegos de mesa (que es un objetivo), estamos trabajando con las sedes otro tipo de actividades que podrán ampliar el alcance del impacto de lo lúdico, de La Ludo del Sur y de sus sedes, atrayendo, además otros públicos. Esto también está ligado a las posibilidades de apoyo y financiamiento que puedan surgir, ya que el trabajo es mucho y me interesa que La Ludo del Sur siga ofreciendo actividades gratuitas para sus destinatarios", afirma su responsable sobre el futuro del proyecto.

Para saber las fechas cuando se junta la comunidad que es La Ludo del Sur, es posible seguirlos en las redes sociales. En Instagram son @ludodelsur.