La viuda de Clicquot 6 puntos
Widow Clicquot, Estados Unidos, 2023
Dirección: Thomas Napper
Guion: Erin Dignam y Christopher Monger
Duración: 90 minutos
Intérpretes: Haley Bennett, Sam Riley, Tom Sturridge, Ben Miles, Natasha O’Keeffe, Paul Rhys.
Estreno: Salas.
Relato biográfico basado en la juventud de Barbe-Nicole Clicquot, la mujer que a comienzos del siglo XIX revolucionó la industria del champán, La viuda de Clicquot representa el segundo trabajo como director de Thomas Napper, habitual colaborador del también británico Joe Wright, a quien acompañó en casi toda su filmografía como asistente de dirección. El vínculo entre ambos resulta particularmente significativo, en tanto parece implicar no pocos puntos de contacto con la película. El más curioso es el rol protagónico que ocupa la actriz Haley Bennett, actual pareja de Wright, quien carga con la mayor parte del peso dramático a lo largo de todo el relato, ambientado en Francia durante las guerras napoleónicas.
También se vuelve inevitable reconocer la influencia de su mentor en el abordaje formal de Napper en relación a la cuestión de época. Es que el siglo XIX se destaca como periódo histórico en la obra de Wright, especialista en relatos de época desde su debut en 2005 con su celebrada adaptación de la novela de Jane Austen, Orgullo y prejuicio, hasta su último trabajo, Cyrano (2021), pasando por su propia versión de Anna Karenina (2012). No resulta para nada curioso, entonces, vislumbrar cierta familiaridad de orden técnico entre aquellos títulos y La viuda de Clicquot, en especial en el tratamiento de la luz, las texturas fotográficas o el esmero invertido en la recreación del pasado.
Deben señalarse, sin embargo, algunas características más personales en La viuda de Clicquot, vinculadas sobre todo a la puesta en escena y el diseño de una narración que elude la cronología clásica, para avanzar a partir del cruce de dos líneas temporales. Por un lado el vínculo de Barbe-Nicole con su marido Francois Clicquot, con quien regenteaban unos viñedos en las afueras de Reims, dentro de la región de Champaña. Por el otro, su lucha para sostener el negocio tras la muerte de su esposo, en medio del convulsionado clima del gobierno de Napoleón Bonaparte.
De espíritu abiertamente romántico y poniendo en valor la gesta de una mujer en tiempos de hombres, el enfoque propuesto por Nappert peca, sin embargo, de una intención lírica por momentos obvia. Un lugar común a la hora de pensar la época, como si fuera imposible liberarse de la mirada que de ella se construyó a partir de los registros literarios de entonces. Ahí están los recitados de Voltaire, la narración en off combinada con el recurso epistolar o la impostación de una gravedad tomada demasiado en serio, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, en Las relaciones peligrosas (Stephen Frears, 1988), donde los personajes son conscientes de que las convenciones formales no son más que juegos públicos que terminan donde empieza la intimidad.