¿Cómo es posible que con una inflación entre 8 o 9 puntos por debajo del IPC que dejó el Gobierno anterior, la actividad y el consumo no reaccionen a precios más bajos o estabilizados? Lo que al inicio del proceso de ajuste del Gobierno de Javier Milei era visto como una baja de precios interesante, aunque apoyada en una recesión brutal, empezó a generar hoy debates entre economistas y especialistEl disparador de esa pregunta es la persistencia, en casi 9 meses de gobierno, de cifras de consumo y actividad cada vez más negativas, aún con un IPC clavado en 4 por ciento mensual, cuando venía de 13 por ciento en la era de Sergio Massa