"Necesitamos medidas que paren el decrecimiento. Lo más importante de todo es generar mercado, porque si no tenemos eso no tenemos nada, y para generar mercado el Gobierno nacional debe trabajar en potenciar la inversión, en potenciar la demanda, y en tener una política de exportación. Con ese marco se sale por arriba, no por abajo, nosotros creemos que se sale haciendo más, no menos."
Quien habla con BuenosAires/12 es Elio Del Re, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), que presentó el boletín de la actividad metalúrgica durante julio 2024. Según expuso el informe, ésta registró una contracción interanual del -11,7 por ciento, que al acumularse suma una contracción de -15,9 por ciento comparada contra los mismos meses del año anterior. Tomando diciembre como partida, la actividad acumula una caída del -7,4 por ciento.
Del Re indica a este medio que esto se debe a que el Gobierno nacional "viene haciendo macroeconomía desde que asumió". "Vemos que no se trabaja en la economía real, la microeconomía, la de los argentinos y argentinas", advierte el ingeniero, y agrega: "No hay acciones para activar la demanda ni para fortalecer las inversiones, y nosotros vivimos del desarrollo, porque la industria metalúrgica es transversal a todas las industrias, porque provee máquinas y equipos".
El dirigente remarca que Buenos Aires "está sufriendo fuertemente", y que "sufre aún más en su entramado más grande, que es el conurbano bonaerense". La Provincia representa el 60 por ciento de la industria metalúrgica nacional, y de ése porcentaje, el 70 por ciento está representado por el conurbano bonaerense, que cuenta con una amplia diversidad productiva. En La Matanza, San Martín, Tres de Febrero, Avellaneda, Lanús y demás municipios, hay fábricas de todo tipo que generan una gran densidad metalúrgica. Ese entramado más diversificado, que además tiene muchísimas pymes, genera que no haya concentraciones como sí existen en ciudades del interior, como en Santa Fe con la maquinaria agrícola, por lo que los malos índices se sostienen con el correr de los meses.
Además, el ingeniero industrial sostiene que el metalúrgico "es un sector muy heterogéneo", por lo que el número general, que en esta ocasión fue del 11,7 por ciento menos, es el resumen de todos los índices que están consolidados en el informe. "Hay sectores que andan relativamente bien, otros que andan más o menos, y otros que andan muy mal", describe Del Re, que asegura que esto "tiene que ver con la lógica económica de la actualidad", y grafica la situación comparándola con un semáforo.
Aquellos que están en verde son los sectores que tienen que ver con el petróleo, el gas y la minería, "que son los que mejor están traccionando". En amarillo se encuentran los sectores vinculados al agro, que están en esa franja porque el año pasado tuvieron una temporada muy mala por la sequía, "y ahora, de alguna manera, los niveles de caída son menores", según Del Re. Luego, en rojo están las áreas ligadas al consumo masivo, los sectores ligados a la construcción, y uno especialmente castigado por el Gobierno nacional, que es el de la obra pública, que engloba maquinaria vial, equipamiento médico y sinfín de materiales que "no están siendo traccionados desde el Estado", según advierte Del Re.
Ni bien asumió el presidente Javier Milei, el titular de ADIMRA dialogó con BuenosAires/12 y pidió "cautela". Hoy, a más de ocho meses de gestión, el ingeniero reflexiona: "El Gobierno no cambió sus políticas y esperamos que esto suceda, porque si no, no vemos cómo salir de este embrollo en el que estamos metidos". Y amplía: "Hacemos un llamado a la vuelta de la política industrial, que se mantuvo freezada desde diciembre hasta ahora, porque necesitamos que la industria se consolide y que el Gobierno nacional accione en ese sentido".
Todas caídas
El informe de ADIMRA discriminó las variaciones interanuales de la producción metalúrgica según cada sector, y todos bajaron sus índices. El de la maquinaria agrícola descendió un 4,2 por ciento, autopartes un 7,3, los productos de metal un 16,6 por ciento, equipos eléctricos un 12,7 por ciento, bienes de capital un 12,7 por ciento, los equipos médicos un 10,4 por ciento, fundición un 17,1 por ciento, y carrocerías y remolques un 14,8 por ciento.
A pesar de tener su foco en el conurbano bonaerense, la actividad metalúrgica despliega sus sectores en todo el mapa de la provincia más grande del país. En Mar del Plata se encuentra la producción de maquinaria destinada a la alimentación, y otra de las principales actividades allí es la industria naval, que tiene a la producción de barcos como eje. En el sur, en la zona de Bahía Blanca, se sitúa la industria metalúrgica ligada a los productores de las petroquímicas, una actividad que responde a la lógica productiva del municipio.
En el centro están Tandil y Olavarría, distritos tradicionalmente metalúrgicos, que desde sus inicios se especializaron en la rama de la fundición y los mecanizados. En Junín y alrededores, está el centro de la maquinaria agrícola de la provincia de Buenos Aires, y en la zona norte, además, se encuentran las fabricas automotoras y los anillos de proveeduría de la industria automotriz.
Sorprendentemente, el semestre tuvo una caída de 15 puntos de actividad, pero arrojó un descenso de empleo de solo el 3 por ciento. "No son coincidentes, y eso se debe a que tenemos un sector de pymes, que son de capital nacional y que siempre apuestan por la industria y por su actividad", explica Del Re, que advierte que "hay muchos pueblos donde el dueño de la fábrica y el trabajador se encuentran en el almacén, entonces eso es una característica de la industria metalúrgica que juega en éste índice".
El informe de ADIMRA, además, indicó que la actividad metalúrgica aumentó su producción un 1,3 por ciento con respecto al mes anterior. Sin embargo, luego de destacar que "faltarían muchos meses para que eso se vuelva tendencia", Del Re afirma que "si todo continúa de esta manera, el desempleo crecerá, porque las suspensiones temporales y la gente que se toma vacaciones son ciclos que se vienen achicando, y que si no cambia la tendencia convergerán en el desempleo".
Una familia industrial y bonaerense
Los abuelos de Del Re, oriundos del sur de Italia, vinieron al país en barco en 1956 y se radicaron en el municipio bonaerense de San Martín, corazón fabril del país por aquel entonces. Américo, su abuelo, consiguió trabajo como operario en una fábrica, y su padre Antonio, con sólo trece años, entró como aprendiz de matricero en un taller, donde forjó su pasión por los fierros.
Su padre y sus tíos, en la década del '60, compraron herramientas, se independizaron, e iniciaron su propio proyecto industrial en el garaje de la casa de Américo. Con sólo dieciocho años, el padre del presidente de ADIMRA ya vendía matrices para piezas de precisión a firmas top de aquel entonces, como IBM y Texas Instruments. Así nació Del Re Hermanos, y Elio se crió engrasado y jugando entre los pasillos del lugar. Luego de finalizar la escuela técnica, se recibió como Ingeniero Industrial en la Universidad de Belgrano, y en la empresa familiar se encargó de expandir los negocios internacionalmente.
Luego de sufrir la crisis del 2001, donde la empresa familiar debió achicarse al extremo, en 2005 Del Re viajó a una misión comercial para explorar el mercado mexicano y conoció a los integrantes de la Comisión de Comercio Exterior de ADIMRA. Luego de participar a través de los años y de convertirse en presidente, Del Re cuenta que tuvo "una infancia donde la industria era la cultura familiar, y todo el tiempo se hablaba de eso en la mesa".
Tiempo atrás, Del Re y ADIMRA se reunieron con el gobernador Axel Kicillof para presentarle un plan estratégico de la actividad metalúrgica, que tenía como principales ejes a la descarbonización, y un enfoque transversal de la exportación. El ingeniero advierte que "el plan se sostiene", porque desde ADIMRA "seguimos entendiendo que tenemos vectores de desarrollo que son la agroindustria, la energía, la minería, y en esos puntos creemos que si se realiza un desarrollo nacional, Argentina tiene posibilidades de crecer, de incluir más industria, más sectores científicos y tecnológicos". "Nosotros creemos en el país del hacer, en el país donde tenemos mejores salarios, donde la sociedad da un salto cualitativo hacia adelante, y no hacia atrás", sentenció Del Re.