El gobierno salteño convocará a mesas de negociación a los empresarios que venden garrafas de gas envasado con el objetivo de lograr que se mantengan los precios de venta a consumidores. Para hoy se espera iniciar una mesa de negociaciones con los distribuidores de la provincia.

Así lo informó el secretario provincial de Participación Ciudadana y Relaciones con la comunidad de la provincia, Iván Mizzau, quien sostuvo que el gobernador Gustavo Sáenz decidió iniciar la gestión ante la decisión del gobierno nacional de desrregular el precio de las garrafas de gas envasado, al quitar el tope máximo del costo. Esta medida impacta también en el precio de la garrafa social.

El beneficio de la garrafa social, incluido en el llamado “Programa Hogar” de la Nación, establece un subsidio del costo del insumo en un 80 por ciento, lo cual se retribuye vía ANSeS.

Sin embargo, según explicó en medios bonaerenses el director de la consultora Paspartú y ex subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, Juan José Carbajales, ese subsidio está congelado desde agosto del año pasado. Ello implica que por cada garrafa la cobertura llegue a ser solo de entre 1.500 y 2.200 pesos.

Según lo indicado por Mizzau en Radio Nacional, en Salta se llegan a conseguir garrafas de 10 kilos por hasta 18 mil pesos.

Mientras, asoma el problema de los incrementos informados por los proveedores de los puntos de distribución, que implican un 80 por ciento de los costos. A ello se suma que al liberar el tope máximo, los precios podrían ser los de exportación, perjudicando así a los consumidores finales.

“La idea es sostener una tarifa diferenciada en los puntos de distribución donde ya se venía trabajando con el programa de la garrafa social”, aclaró Mizzau.

Por el momento, indicó que las empresas pedían un precio de entre 16 mil y 18 mil pesos para las llamadas garrafas sociales, un coste que la provincia quiere negociar para abajo.

Encargados de comedores salieron salieron a advertir sobre otro costado de la crisis que se avecina. Muchos tienen gas envasado y “nos cuesta mucho porque nos sale 13 mil pesos. Cuando tenemos gas, cocinamos”, dijeron desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).

Referentes del norte provincial, en tanto, recordaron que en esa parte de la provincia la mayoría de la población cocina con gas envasado, y hasta hay quien usa leña, acombustible al que se recurre cada vez más ante la imposibilidad de comprar la garrafa.

Más usuarios de garrafa que de gas natural

Un informe de la Dirección de Estadísticas de la provincia, publicado en noviembre del año pasado y que toma como base de análisis los datos del Censo de 2022, revela que en la provincia “la población en viviendas particulares que utiliza para cocinar gas en garrafa” es de 641.371, el 44,7 por ciento del total. 

Casi el mismo porcentaje de personas utiliza el gas de red, 640.839, poco menos que aquellos que usan garrafa. “El resto, 10,6 por ciento, emplea electricidad, gas a tubo, leña u otro combustible”, sostiene el informe.

Mizzau indicó que frente a este panorama se incentiva el programa “Anafe en Casa”, que permite sustituir el gas por la energía eléctrica. 

Ayer en Cachi y Molinos se entregó el artefacto eléctrico de bajo consumo a un centenar de familias. El equipo es financiado en 20 cuotas fijas y consecutivas de 3000 pesos, cuyo pago se realiza a través de la factura de luz. O sea que se accede siempre y cuando haya una red de electricidad.

“En cada encuentro con los vecinos, las autoridades conversaron sobre la eficiencia energética, que actualmente plantea el gobierno macional, ya que recientemente el precio del gas envasado fue desregulado y las empresas serán las responsables de establecer los precios”, indicó el comunicado oficial del gobierno salteño. En esta línea se sostuvo que el anafe viene a "subsanar la permanente necesidad de acceder al gas envasado para la cocción de los alimentos, reduciendo de manera significativa el impacto económico en el presupuesto de las familias beneficiadas".