Desde violencia, abusos sexuales, torturas y privación ilegítima de la libertad detrás de la fachada de la institución matrimonial, al abismo imposible de la trata con fines de explotación sexual. Las leyes que enmarcan los delitos contra la integridad sexual son una frazada corta, agujereada, que resulta pesada o insuficiente según la estación del año. Esa cobija deficiente es todo lo que tenemos para defenderno