La automotriz Volkswagen decidió desvincular a más de 300 empleados. Se trata de trabajadores de sus plantas de Pacheco y Córdoba. A pesar de mantener una producción de más de 400 unidades diarias, la compañía alemana justificó estas medidas bajo la premisa de "adaptación al mercado", una excusa que, según los afectados, es parte de un plan para maximizar ganancias a expensas de sus empleados.
Los trabajadores que se consideran despedidos dieron a conocer su situación mediante una carta abierta, en la que denunciaron el accionar de la empresa. En ella, señalaron que los despidos afectaron tanto a aquellos que rechazaron los retiros voluntarios como a quienes padecen enfermedades laborales o están próximos a jubilarse.
"Lo que empezó como un proceso de reorganización, terminó siendo un despido encubierto para aquellos que decidieron mantener su fuente de trabajo", se lee en la misiva, que también apunta a la práctica de la empresa de forzar a los empleados a aceptar retiros voluntarios.
Entre los empleados que fueron víctimas del recorte, se encuentran varios delegados gremiales y trabajadores activos en actividades sindicales. Esta situación generó preocupación en las organizaciones gremiales, que ven en esta reducción un ataque directo a la representación sindical dentro de la empresa. Los trabajadores respondieron enviando cartas documento a Volkswagen, calificando las cesantías como "discriminatorias, antisindicales e improcedentes".
Condiciones de trabajo y salud en riesgo
La carta de los más de 300 empleados también pone en evidencia las duras condiciones de trabajo que prevalecen en la planta de Pacheco. Según detallaron, el incremento en los ritmos de producción llevó a un deterioro en la salud de los trabajadores, muchos de los cuales sufrieron enfermedades oncológicas o dolencias físicas derivadas de la repetitividad y la exigencia del trabajo. Estos trabajadores, quienes llevan décadas en la empresa, fueron desvinculados a pesar de su delicada situación de salud.
Los despedidos manifestaron su intención de luchar por la reincorporación, destacando que no permitirán que sus familias sufran por la avaricia empresarial. Además, convocaron a la unidad con otros sectores en conflicto, como los trabajadores del Frigorífico Rioplatense y Fate, en un esfuerzo por coordinar acciones conjuntas que hagan frente a estas políticas de despidos masivos.
La situación en Volkswagen no es un caso aislado; forma parte de un fenómeno más amplio donde las grandes empresas buscan reducir costos laborales a cualquier precio, incluso en detrimento de la salud y el bienestar de sus trabajadores.
La postura de la empresa
Desde la compañía alemana justificaron la reducción de personal en la baja de los mercados: "Durante 2024 en VW Argentina debimos adecuar la estructura de nuestras plantas a la nueva situación del mercado local y exportación para garantizar la sostenibilidad de la compañía y las personas que trabajan en ella".
En este sentido indicaron que mantienen un diálogo fluido con los representantes de los trabajadores para desarrollar e implementar en conjunto las herramientas necesarias que permitan sobrellevar la situación que atraviesa la industria "siempre cuidando el bienestar de los trabajadores".