En lo que va del año los precios de los alquileres crecieron por debajo de la inflación. Así lo refleja un informe del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir), donde releva que, desde diciembre, el aumento promedio de los alquileres en la ciudad se ubicó en el orden 41%, mientras que la inflación acumulada a julio fue del 86,3% según el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec). El estudio también da cuenta de un aumento en la oferta de viviendas en alquiler, en simultáneo con una caída de los inmuebles puestos para la venta. “En matera inmobiliaria, la desregulación está dando buenos resultados dentro de un escenario totalmente desfavorable y negativo que veníamos teniendo”, explicó Alejandro Bassini, coordinador del departamento de estadísticas del Cocir. Sin embargo, desde la asociación Inquilinos Agrupados aportaron sus propios números y aseguran que en julio los alquileres se incrementaron en un 5,35%, mientras que la inflación fue del 4%. “Un inquilino necesita el doble de ingresos que una persona o familia que no alquila para no ser pobre”, cuestionó Sebastián Artola, referente de la organización en la ciudad.

El informe que se conoció este jueves toma como base los datos suministrados por la plataforma colaborativa Propia, donde se publican las ofertas de propiedades de los corredores inmobiliarios matriculados en Rosario. De allí se desprende que, entre diciembre y julio, el aumento promedio de los precios de viviendas publicadas para alquiler fue del 41%, mientras que la inflación acumulada en la provincia de Santa Fe durante los primeros siete meses del año fue considerablemente mayor: 86,3%.

Según el estudio, el precio promedio para alquilar un monoambiente en Rosario ronda los 150 mil pesos, mientras que en los departamentos de un dormitorio el valor asciende a 200 mil. En el caso de las propiedades de dos dormitorios el valor promedio se ubica en el orden de los 280 mil pesos. Sin embargo, los precios cambian en función de los barrios. De las zonas relevadas, los valores más altos se encuentran en barrio Martin, mientras que los precios bajos están en República de la Sexta. Salvo en los departamentos de dos dormitorios, el resto de los precios en el centro de la ciudad se ubicaron por encima de la media.

Desde el Cocir también compararon lo que representa el valor del alquiler en el sueldo, tomando como referencia un trabajador bajo el convenio de Empleados de Comercio. En ese marco, mientras que en diciembre debía destinar un 33,5% para el alquiler de un monoambiente, en julio ese guarismo bajó al 21,8%. La tendencia se mantiene con los departamentos de un dormitorio (37,7% en diciembre contra 28,7% en julio) y los de dos dormitorios (55,8% en diciembre contra 36,8% en julio).

Los titulares de las inmobiliarias explican la desaceleración de precios a partir del aumento en la oferta de viviendas volcadas al alquiler. De mayo a julio el aumento fue del 2,8%, en paralelo con una disminución del 1,4% en la cantidad de viviendas para la venta. Pero si la medición se extiende hasta diciembre, la cantidad de viviendas puestas en alquiler aumentó un 180,1%, con una disminución del 9,8% de las viviendas en venta. En cuanto a la distribución por barrios, el centro de la ciudad concentra la mayor disponibilidad de viviendas en alquiler con casi el 32% de la oferta y el 29,1% de las viviendas para la venta.

“Lo que marcan los datos es una oferta de alquiler más alta y una demanda en baja por la cuestión recesiva que está atravesando el país. Eso generó un equilibrio, un punto de encuentro para tratar de revalidar los precios”, sostuvo Bassini en diálogo con Rosario/12. “Hoy el mercado revalida los precios, porque hay más alternativas. Algunos meses atrás teníamos los carteles de alquiler juntando tierra en los depósitos de las inmobiliarias, porque no llegábamos a ponerlos. Se publicaba una propiedad y en la primera visita lo alquilabas. Hoy desde que se ofrece una vivienda hasta que se materializa la reserva, no baja de 60 a 90 días”, añadió.

Pese a la mejora, la relación entre viviendas en venta y en alquiler sigue siendo desproporcionada. De las más de 50 mil viviendas que forman parte del portal Propia, apenas el 4,2% están puestas como alquiler permanente, el 0,2% como alquiler temporario y el 95,6% siguen estando a la venta. “En matera inmobiliaria, la desregulación está dando buenos resultados dentro de un escenario totalmente desfavorable y negativo que veníamos teniendo”, evaluó Bassini. Y agregó: “Nosotros teníamos 65 mil inmuebles a la venta hace un año atrás y hoy tenemos 50 mil. Hubo una mutación. Con la legislación anterior tenías un ajuste anual con cifras inflacionarias que eran desmedidas. Hoy está la posibilidad actualizar más seguido y que el salto no sea tan abrupto al inquilino”.

Inquilinos

Por su parte, Inquilinos Agrupados compartió un informe que contrasta con los números del Cocir. Desde la asociación señalaron que los valores de los alquileres aumentaron en julio un 5,35%, mientras que el índice de Precios al Consumidor (IPC) fue del 4% a nivel nacional y del 4,5% a nivel provincial. En ese marco, el precio de los hogares unipersonales que alquilan vivienda se incrementaron un 5,63%, en los hogares de parejas se incrementaron un 5% y en los hogares de cuatro integrantes se incrementaron un 5,5%. “La canasta inquilina del mes de julio para una persona adulta nos dio 675.960 pesos, para dos adultos 1.091.324 pesos y para una familia de cuatro integrantes está en 1.564.836 pesos”, detalló Artola.

Al contrario de lo que plantean desde las inmobiliarias, para el referente de la agrupación de inquilinos la desregulación de los alquileres está generando “efectos gravísimos” en las economías familiares. “Nos encontramos con una generalización de aumentos por encima de la inflación, endeudamiento creciente de los hogares y rescisión anticipada de contratos por la imposibilidad de sostener el pago del alquiler”, explicó y agregó: “Un inquilino necesita el doble de ingresos que una persona o familia que no alquila para no ser pobre”.

 

En ese sentido, Artola reconoció que en relación a meses atrás pudo haberse dado un incremento en la cantidad de inmuebles volcados al alquiler. Sin embargo, consideró que los inquilinos siguen teniendo un mismo problema: no hay quien los pueda alquilar. “Hoy el principal problema tiene que ver con la dificultad para pagar el alquiler, la disparada en los precios y la brutal pérdida de ingresos”, cuestionó. “La desregulación total del mercado está teniendo un impacto gravísimo sobre los inquilinos, agravando una realidad que ya de por sí era difícil. Pero lo que está pasando hoy nunca lo vimos”, concluyó.