En los Tribunales de Reconquista, es más fácil acusar a las madres que escuchar a los niños. En mayo, un tribunal pluripersonal absolvió a César Lebus, acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado. Aunque no mencionan el falso Síndrome de Alienación Parental, los jueces Norma Noemí Senn, Martín Gauna Chapero y Santiago Banegas consideraron que el niño –hoy de diez años- “podría haber relatado lo que se conoce como un ‘falso recuerdo’ o ‘memoria implantada’”. Es decir que aplican ese instrumento sin fundamento científico.

A la espera de la audiencia de apelación, la mamá de la víctima señaló que los magistrados se basaron en el informe de la perito de parte por la defensa, Estefanía Berroni, “que ni conoce los nombres de los chicos. Ella hace el informe criticando la Cámara Gesell y criticando el primer informe de la psicóloga”, explica la mujer.

Como nada es casualidad, esta noche, a las 20, en el Auditorio de la Facultad Regional Reconquista de la Universidad Tecnológica Nacional, habrá una charla titulada “denuncias de abuso sexual infantil, declaración testimonial en Cámara Gesell”, y anticiparon que abordará “la problemática de las falsas denuncias”. El disertante será Pablo Martínez Soares de Lima, y la coordinadora será Berroni.

Cuestionar el dispositivo de la Cámara Gesell es, directamente, atacar la posibilidad misma de escuchar a lxs niñxs en un ambiente cuidado, con un acompañamiento acorde a sus necesidades.

Apenas supieron de la actividad, desde el Foro Alcemos La Voz de Reconquista, junto a decenas de organizaciones de toda la provincia, manifestaron su repudio y reclamaron que se suspenda. "Yo Sí Te Creo", es el lema de la solicitada, que lleva firmas como la del psiquiatra Enrique Stola, especialista nacional en el tema. “Feliz día de las niñeces será el día que adultos/as, profesionales del derecho y de la salud escuchen y crean a los niños y niñas cuando cuentan un abuso. Nunca volverá a ser feliz este día, mientras la palabra de niños, niñas y niñes sea ridiculizada mediante el mecanismo del llamado SAP (falso síndrome de alienación parental)”, dice el comunicado, en el que recuerdan que “el SAP es un instrumento que se utiliza para invalidar una denuncia, revictimizar a las niñas, niños y adolescentes, y a sus madres y desacreditar a los y las profesionales que protegen las infancias”.

El falso SAP, como viene denunciando hace años este suplemento, es un invento del perito judicial y pedófilo condenado Richard Gardner, que -en textuales palabras- expresa: "En la actualidad, el niño sexualmente abusado es generalmente considerado como la víctima, a pesar de que el niño pueda iniciar encuentros sexuales ‘seduciendo’ al adulto".

“Es alarmante que esto sea sostenido por instituciones que tienen la obligación de basar sus decisiones en conocimientos científicos, más que en mitos y prejuicios”, dicen las organizaciones que cuestionaron la actividad de esta noche. Y a partir de las 19.30, las “organizaciones de Reconquista y de Avellaneda en defensa de las infancias” se concentrarán para repudiar la charla.

“Sepan que no solo están incumpliendo normas constitucionales de la Convención de los Derechos del niño. Sino también del Código de Ética que prohíbe el uso y difusión de conceptos no aprobados por la ciencia. El SAP está prohibido por la Asociación Americana de Psiquiatría y no está reconocido por la Federación de Psicólogxs de la República Argentina (F.E.P.R.A.) entre otros”, argumentan las organizaciones.

Soares de Lima es mencionado ocho veces en los fundamentos de la sentencia del caso Lebus, que retoma en forma permanente el informe elaborado por Berroni, considerado crucial. Es la profesional que sustenta la inoculación de una memoria. 

Para el Foro Alcemos la Voz de Reconquista, hay otro dato que señalar: el primer fiscal de la causa Lebus fue Aldo Gerosa, quien está suspendido debido a su actuación en el caso Galaz, otro funcionario municipal de Avellaneda ((ciudad lindera a Reconquista, separada por el Arroyo del Rey) acusado de abuso sexual, en este caso contra una sobrina. 

En la causa Galaz, Gerosa fue encontrado responsable por la Legislatura provincial de haber revictimizado a la joven que sufrió abusos sexuales graves y reiterados. El acusado era el secretario privado del entonces intendente municipal, Dionisio Scarpin,  que movilizó a la ciudad en defensa de la empresa Vicentín en junio de 2020. Hoy es diputado provincial y antes fue senador nacional. 

Desde la Mesa de organizaciones Feministas de Reconquista, Mariana Meza, de Mumalá, sostuvo que “lamentablemente, muchas causas que se mediatizan, toman trascendencia social justamente por las cuestionables sentencias del Poder Judicial en el norte santafesino, que no garantizan la protección de las víctimas, no intervienen desde la perspectiva de género, ni de derecho, ni del interés superior del niño, y siempre benefician a aquellos victimarios vinculados al poder político”.

Desde el Foro Alcemos la Voz, María Andrea Adobato considera que tanto en la Justicia, como en la UTN, se trata de "la impunidad que existe en las personas que se acostumbran a tener el poder, y pueden hacer cualquier cosa, como la sentencia y ahora esta charla”, dice la activista, que acompaña a la ex esposa y los niños de Lebus.

Mientras tanto, la mamá de los niños espera que un Tribunal de Alzada revea la absolución. Esta causa empezó en julio de 2021. La denunciante tiene dos hijos: uno tenía siete años y el otro tres y medio entonces. Fue el nene más chico quien relató con insistencia lo ocurrido con su hermano. El más grande, en cambio, al principio aseguraba que él “no había hecho nada”, y cambió bruscamente tanto sus conductas como sus juegos y dibujos, que era una de sus mejores formas de expresarse.

Al principio, la mujer tenía resistencia a denunciar. Fue la psicóloga que trató al nene mayor quien la conminó. Tras la denuncia, pagó consecuencias muy altas: por el hostigamiento que sufrió en su casa se tuvo que mudar a la provincia del Chaco, de donde es oriunda.

Uno de los pedidos de la defensa, el año pasado, fue una pericia psicológica de la denunciante, que tanto la fiscal, como el juez Gonzalo Basualdo consideraron improcedente.

Una vez comenzado el juicio, presentaron informes y dieron testimonio dos psicólogas que trataron a los niños, tanto en Reconquista como en Chaco. También la maestra de grado del más grande, y los docentes de arte y de música. "Ninguno de esos informes se tomaron en cuenta, solamente el de Berroni, que ni siquiera conoce a los chicos, sólo se basa en el relato de la Cámara Gesell", señala. 

En el proceso intervino la fiscal Georgina Díaz y en representación de la querella, los abogados Ricardo Degoumois y Andrés Ghio. El imputado contó con la defensa del abogado Marcelo Venetucci. Díaz pidió una condena de 20 años de prisión, por abuso sexual con acceso carnal, cuádruplemente agravado por el vínculo, por causar un daño grave en la salud mental y psicológica de la víctima, por ser el autor encargado de la guarda y educación de la víctima y por la convivencia.

Asimismo, planteó la figura penal de promoción de la corrupción de un menor, agravada por ser el autor ascendiente y encargado de la guarda y educación de la víctima, así como conviviente con la pretensa víctima. También estaba encausado por amenazas.

En su alegato, Ghio refirió a las dificultades de que un niño cuente lo que pasa en la intimidad del hogar, porque el trauma le genera sensación de culpa y remordimiento; y se anticipó a decir lo que imagina va a suceder durante el juicio, que, "seguramente, la defensa va a querer hacer ver a la madre como una persona desquiciada".

Eso hizo la defensa.

La madre de los chicos se siente obligada a responder públicamente las acusaciones en su contra que se hicieron en el juicio. Porque en lugar de analizar las pruebas del abuso, se pusieron en tela de juicio las supuestas motivaciones de la madre.

La absolución, subraya Adobato, “generó mucho revuelo”. Las organizaciones feministas cuestionaron los fundamentos, que toman todas las conclusiones de la perito de la defensa.

La mamá de los chicos recuerda: “La psicóloga del nene, en la primera, segunda sesión que lo ve, me dice, aléjate, el nene tiene indicadores de abuso. Coincide con las vacaciones de invierno, que yo viajo a Chaco, iba a visitar a mis padres, durante una semana. La psicóloga me había dicho que hiciera la denuncia”. A ella le costó, pero finalmente lo hizo. 

También recordó otro episodio de 2018, cuando el nene más grande había tenido expresiones hipersexualizadas, pero quien era su marido le dijo que el niño había abierto accidentalmente un video pornográfico que él había recibido. Por ese episodio, afrontaron un primer tratamiento psicológico. 

Tras la denuncia, una de las amenazas de Lebus fue sacarle a los chicos. Y también, ahora, le hizo saber que iba a pedir la revinculación, tras su absolución. “Los nenes me dijeron ‘no hiciste nada mamá’, tienen 10 el más grande y 6 el más chico. El miedo volvió a ser un problema, tienen miedo de que aparezca”, cuenta la denunciante.