El Presupuesto bonaerense 2018 sancionado anteayer por la Legislatura provincial establece una reducción de la recaudación por Ingresos Brutos y un parcial avance vía impuesto inmobiliario y las transferencias de Nación. La partida del gasto que más crece es el pago de los vencimientos de deuda, al tiempo que la toma de nuevo endeudamiento sube fuertemente. Hay baja de los salarios reales de los empleados públicos y si bien mejora el resultado fiscal primario, se produciría un fuerte deterioro del resultado financiero, que contempla el pago de intereses de deuda.
Los ingresos públicos bonaerenses se ubicarían el año que viene en 599.060 millones de pesos, un avance interanual del 15,2 por ciento. La reforma tributaria, que contempla la baja de Ingresos Brutos y la suba del inmobiliario rural, entre otras modificaciones, implicaría una transferencia neta a los contribuyentes de la provincia del orden de los 4 mil millones de pesos, según cálculos del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). La baja del impuesto a los Ingresos Brutos tendría un impacto negativo en la recaudación de unos 10 mil millones de pesos, con lo cual reduciría su participación como proporción de los recursos totales del 28,6 al 27,7 por ciento. De todas formas, sigue siendo la principal fuente de financiamiento provincial. Los cambios en este impuesto benefician al agro, la industria y la construcción. En cambio, se aprobó una suba en el inmobiliario urbano del 52 por ciento nominal, que implica un avance de 5024 millones de pesos. En el caso del inmobiliario rural, el incremento nominal será del 50 por ciento, que equivale a un aumento de 2287 millones de pesos.
“Otro aumento significativo se registra en el rubro recursos del orden nacional, debido a la vigencia del Acuerdo Federal que contempla la devolución de los 9 puntos de la detracción del 15 por ciento de coparticipables brutos con destino al financiamiento de la Anses”, dice el informe del CESO. En el presupuesto no quedó contemplado el cambio en los recursos bonaerenses del Fondo del Conurbano que el Gobierno nacional negocia con las provincias (ver página 7).
Por el lado de los gastos, la suba es del 15 por ciento anual hasta los 629.963 millones de pesos. La mayor parte de los gastos se destinan al pago de salarios y otros gastos corrientes y las transferencias a municipios. “El monto de gasto para personal prevé un incremento nominal anual del 14,6 por ciento, el cual se encuentra incluso por debajo de la baja inflación proyectada (15,7)”, advierte el Idesba (CTA) que dirige Stella Maldonado. En tanto, un informe de la Universidad de Avellaneda indica que “las proyecciones de gasto para 2018 lejos están de replicar los desembolsos en infraestructura correspondientes al actual año electoral”.
La deuda externa gana protagonismo en el presupuesto provincial, tal como sucede a nivel nacional. El capítulo de pagos de servicios de la deuda provincial se ubica en 28.546 millones de pesos, lo que implica un incremento del 30 por ciento, equivalente a 6577 millones de pesos, frente al año pasado. Medido en dólares, los aumentos en pagos de vencimiento de deuda son del 14 por ciento. “El pago de intereses de la deuda pasará a ser equivalente al 17,2 por ciento del presupuesto en Educación, el 70,6 de Salud y el 174 de Desarrollo Social. Los intereses suben del 2,9 por ciento del gasto total en 2015 al 4,5 por ciento en 2018”, detalla el Idesba.
Al compás de los pagos de deuda, Vidal redoblará su apuesta por el endeudamiento. Se proyecta la colocación de 77.834 millones de pesos de deuda, de los cuales 58.890 millones corresponden a deuda externa de largo plazo. “Mientras que en 2018 vencen 743 millones de dólares, se coloca deuda externa por más de 3050 millones de dólares. De modo que de la totalidad de endeudamiento externo, solo el 24 por ciento será usado para pagar vencimientos de capital en dólares. El 40 por ciento de la deuda será destinada a cubrir el déficit”, advierte el CESO.
El presupuesto sancionado prevé una reducción del déficit primario del 58,4 por ciento. Sin embargo, los informes consultados advierten de un fuerte quebranto provincial de casi 40 mil millones de pesos al año al tomar en cuenta el pago de intereses de deuda, que llega a los 83 mil millones si se descuentan los Aportes del Tesoro Nacional.