Una mujer que fue empleada del Tribunal de Cuentas de la provincia durante 30 años, y que denunció en la justicia al presidente del organismo, Oscar Biaggioni, presentó un pedido de juicio político en la Cámara de Diputados, con una nota dirigida a la presidenta del cuerpo, Clara García. El pedido está basado en dos fallos judiciales en contra, que acreditan su comportamiento violento dentro del Tribunal. Y también pidieron al gobernador Maximiliano Pullaro una copia de las actuaciones que inició en el ex Ministerio de Igualdad por violencia de género y un pedido de informe para que el Ejecutivo dé cuenta de las acciones que llevó adelante el Estado santafesino en materia administrativa.

Costa fue durante 30 años empleada del tribunal de Cuentas. El pedido de juicio político a Biaggioni presentado esta semana está basado en denuncias ya presentadas en la justicia de Capital Federal y en fallos de la justicia local. "Lo presentamos con una compañera, que es la que tiene la sentencia de primera y segunda instancia confirmada por violencia de género contraria a Baggioni. Primero hicimos la presentación al gobernador, para pedir las actuaciones que realizamos oportunamente tanto en el Ministerio de género como en Derechos Humanos, buscando siempre una protección estatal para la situación que nosotros estábamos viviendo, no sabíamos cómo salir del Tribunal de Cuentas para no seguir sufriendo la violencia institucional laboral de género que estábamos sufriendo, nunca tuvimos una respuesta", afirmó Costa. 

“Ha ingresado a mi oficina a patadas, tiraba sillas, gritaba a las empleadas, a mí me llamó al celular una vez, a las 10 de la noche, porque yo le había hecho un planteo de cobro de un plus que me correspondía y me dijo con total impunidad ‘negra de mierda, metete el plus en el culo’ (…) ha roto objetos, en reuniones dijo delante del personal que él sabía los muertos que cada uno de ellos tenía en el placard, era muy frecuente eso”, relató Costa, quien reafirmó que Biaggioni "armó un engranaje ahí adentro (del Tribunal de Cuentas) con sus empleados fieles, con plus y con acuerdos de categorías, se cree un rey impune”. 

No fue la única víctima de estas actitudes. "Una vez se enojó con una compañera porque él había habilitado un concurso para su mujer. Mi compañera se enteró del concurso y le avisó a varios colegas que podían presentarse, desconociendo la intención real de Biaggioni. La llamó y le dijo de todo”, señaló. A esa trabajadora también le cambió el lugar de trabajo, la aisló y la persiguió, siempre según las denuncias judiciales. 

Costa informó de todas estas actitudes a la Mesa Ni Una Menos y a la Comisión de Acuerdos de la Legislatura hace dos años, cuando el entonces gobernador Omar Perotti envió el pliego de Biaggioni para renovar su lugar en el Tribunal de Cuentas. Pese al escándalo de las denuncias por violencia de género, y el fallo en primera instancia de la justicia santafesina, el pliego avanzó y fue aprobado de manera ficta por la Legislatura.

El cuestionado vocal del Tribunal de Cuentas ingresó al Tribunal de Cuentas en 1974, permaneció durante la dictadura militar y en democracia supo ganarse un lugar dentro de las gestiones del peronismo local, siendo una pieza clave en el área de Logística de la Policía en las gobernaciones de Reutemann. 

Continuó durante el gobierno de Hermes Binner, cuando formó parte del Ministerio de Seguridad a cargo de Daniel Cuenca. Y luego, con el socialismo siguió bien parado luego del acuerdo político entre el Frente Progresista y el peronismo más tradicional, encabezado por el senador Armando Traferri, de quién además fue asesor. Bonfatti envió su pliego para el Tribunal de Cuentas cuando fue Gobernador y, desde entonces ejerce desde allí "un poder sin límites", según describe Costa.