Al menos 12 policías murieron y otros siete resultaron heridos después de que de atacantes desconocidos emboscara con armas y lanzacohetes a los agentes en una zona ribereña del centro oriental de Pakistán.
El ataque tuvo lugar anoche en el distrito de Rahim Yar Khan, en la provincia de Punjab, en una zona utilizada frecuentemente por grupos de bandidos armados que buscan refugio de las fuerzas de seguridad, informó este viernes la policía.
"Tras completar una operación que llevaban a cabo, los policías regresaban en dos vehículos cuando unos bandidos armados les atacaron con (lanza) cohetes en cuanto los vehículos se detuvieron a causa del agua de lluvia estancada en el trayecto", dijo a EFE el funcionario de la Oficina Policial del distrito, Muhammed Zulfiqar.
Según el funcionario policial, once policías murieron en el acto, mientras que ocho resultaron heridos y otro sucumbió a sus lesiones en el hospital al que fue trasladado.
Sospechoso abatido
La Policía de Punjab abatió este viernes a uno de los sospechosos del ataque e hirió a cinco de sus cómplices, según informaron las autoridades policiales en un mensaje publicado en su perfil oficial de la red social X.
Anteriormente, el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, había condenado en un comunicado el atentado y había pedido a las autoridades que identificasen a los responsables del ataque y los castigasen.
El primer ministro ordenó además la toma de "medidas inmediatas y efectivas" contra los bandidos atacantes del Kacha, la zona ribereña de 15.000 kilómetros cuadrados de extensión que frecuentan habitualmente los grupos de criminales armados. Las autoridades provinciales de Punjab también habían asegurado que el ataque a los policías no quedaría impune.
Operaciones
Los grupos de bandidos del Kacha han sido un obstáculo para el mantenimiento del orden por parte de los Gobiernos provinciales de Sindh y Punjab, pese a las múltiples operaciones llevadas a cabo para eliminarlos.
Los grupos armados del Kacha suelen robar a pasajeros y a habitantes locales, aunque en ocasiones pasadas han llegado a tomar como rehenes a personas y a pedir rescates por su liberación. La policía de estas regiones paquistaníes no está plenamente entrenada ni está equipada con armamento moderno para hacerles frente.