Durante la mañana del viernes, distintos medios indicaron que el Gobierno nacional establecería un techo paritario del 2 por ciento mensual para las mejoras de sueldo de los trabajadores registrados a partir de octubre. La primera reacción fue la del gobernador Axel Kicillof, que posteó en X: "Liberan el precio de los alimentos, de los remedios, del combustible, aplican tarifazo y boletazo, pero los liberales libertarios controlan, regulan y reprimen los aumentos salariales y quieren vetar el aumento a jubilados".

El Presidente Javier Milei, el ministro de Economía Luis Caputo, y cada uno de los funcionarios libertarios están abocados a achicar el índice de la inflación a costa del sufrimiento de los habitantes de a pie. Kicillof se refirió a ello en su tuit, donde agregó: "Enriquecen a los acreedores, funden a las provincias. Cien millones de dólares para espionaje, cero para vacunas de dengue. Hablemos con propiedad: no es teoría económica, es la defensa de los intereses concentrados y los poderosos. No es ajuste, es transferencia de los sectores medios, trabajadores y vulnerables a unos pocos bolsillos de millonarios y corporaciones".

Walter Correa es ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y secretario general del Sindicato de Obreros Curtidores de la República Argentina (SOCRA). En diálogo con BuenosAires/12, el funcionario recuerda que "las negociaciones colectivas fueron cercenadas y anuladas durante la dictadura militar".

La licuación de los sueldos, las jubilaciones y las pensiones ya es moneda corriente para el Gobierno nacional, y las cuchillas cada vez giran más rápido. En el medio, incluso, y tal como describió Kicillof, Milei anunció que vetará el aumento de las jubilaciones que aprobó el Senado, con la justificación de "defender el superávit fiscal". En cuanto a las paritarias, en una actitud completamente opuesta a la del Ejecutivo nacional, la provincia de Buenos Aires cerró días atrás un acuerdo bimestral con los gremios, basado en un incremento salarial del 4,5 por ciento para agosto y un 4 por ciento más para septiembre. La medida alcanzó a todas los trabajadores estatales, las fuerzas de seguridad y el Servicio Penitenciario Bonaerense.

"El año pasado cumplimos 20 años de tener paritarias, y en la Provincia eso se sigue cumpliendo", subraya el ministro, que remarca que "en Buenos Aires el techo del 2 por ciento no va a estar". Primero por decisión política, pero además porque "el proceso paritario no tiene ni piso ni techo según lo establece la ley", apunta Correa, que agrega: "Las organizaciones sindicales tienen un ejercicio activo en la negociación, y tienen un amplio conocimiento de cada situación, gracias a lo cual llegan a acuerdos, muchas veces, sin la intervención del Estado".

Correa traza una línea histórica y recuerda que en los años ochenta hubo aumentos por decretos y sumas fijas, pero que "no estaba el ejercicio de negociación paritaria". Advierte, además, que "con el neoliberalismo no se podía incrementar el salario por fuera de la producción de los trabajadores", motivo por el cual en 2001 los salarios "terminaron por el piso". Sin embargo, marca un punto de inflexión al señalar que en 2003 el Presidente Nestor Kirchner, mediante el decreto 392/03 y después de casi 30 años, restableció las negociaciones paritarias. "Lo hizo no sólo para el salario, porque también se avanzó en la restitución de derechos".

Ante un problema, un préstamo

BuenosAires/12 dialogó con diferentes sindicalistas del territorio bonaerense, y el panorama desolador es unánime. Darío Micheletti es secretario general del Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID) seccional La Plata. Dice a este diario que ésta "es una noticia más de las que ya estamos acostumbrados hace ocho meses, donde demuestran que la casta son los trabajadores y que los recortes vienen siempre para este lado".

Mientras discute junto a sus compañeros las medidas de fuerza que llevarán adelante, justamente por una de las paritarias que tienen abiertas en el sector, Micheletti explica a este diario: "Esto golpea muy profundo, porque hay muchos gremios que vienen muy por debajo de la inflación y llegan a estar 15 puntos abajo. Si el Gobierno quiere fijar en el 2 por ciento, la recesión económica será más grande todavía y se verá en las góndolas y en los supermercados, donde la gente se endeuda con la tarjeta de crédito".

Micheletti advierte que SATSAID es "un gremio muy activo y presente en los lugares de trabajo", y que eso le permite ver que "si a un compañero se le rompe el auto o tiene que arreglar la casa, debe sacar un préstamo". "La plata alcanza para el consumo diario, ni hablar para los que tienen criaturas, nadie llega a fin de mes", lamenta.

Al ser consultado por la posición contraria que toma el Gobierno de la Provincia, Micheletti asegura que la gestión de Kicillof "siempre brinda paritarias", pero aclara que "siempre hay discusiones". "Esto hay que decirlo porque si no se piensa que tiran la plata, y no, la Provincia cuida el peso, pero entiende la necesidad de la gente y brindan, además, beneficios como los de Cuenta DNI", agrega.

El secretario general cree que "los trabajadores no aguantarán mucho tiempo más". Dice que "la realidad se ve muy oscura", y piensa: "Como oposición debemos tener la madurez necesaria para ganar las elecciones de medio término, ocupar la mayor cantidad de bancas posibles, y darle al pueblo argentino lo que realmente se merece". "Esta no es la clase de libertad que queremos, queremos gozar de vacaciones, tener un salario digno, y ver a nuestros abuelos disfrutar de su jubilación, no llorando porque les sacan remedios", sentencia Micheletti.

Cristian Vander es secretario general del Sindicato de Obreros, Especialistas y Empleados de los Servicios e Industria de las Telecomunicaciones (SOEESIT) seccional La Plata. En diálogo con BuenosAires/12, Varda sostiene que "el principal objetivo y la verdadera intención del Gobierno nacional es destruir la negociación salarial y que no haya más paritarias", y apela a los hechos: "¿A qué organización gremial convocaron a la Secretaría de Trabajo para tener un acuerdo salarial? A ninguna. ¿Cuántas conciliaciones obligatorias emitieron? Dos en ocho meses. No existe ninguna mesa de diálogo ni una intervención que tenga al Estado nacional como mediador entre la empresa empleadora y las organizaciones gremiales".

El secretario general de SOEESIT La Plata reafirma una y otra vez que "lo que intenta este Gobierno nacional es destruir el rol de los sindicatos", con el único fin de "beneficiar al grupo empresarial cercano al Gobierno", que "permanentemente solicita que tomen este tipo de medidas". Varda indica que "poner un límite del 2 por ciento es fijar una traba", y lo compara con el pasado: "Antes no estábamos en Disney, pero los funcionarios que estaban en el Ministerio de Trabajo permanentemente tenían las puertas abiertas al diálogo, y constantemente había una mesa paritaria, tanto para la actividad estatal como privada".

Advierte Vander que cuando se refiere al grupo empresarial no habla de la totalidad de los empresarios. "Nosotros, desde SOEESIT, al menos con algunos representantes del sector privado seguimos teniendo negociaciones, y llagamos a acuerdos paritarios con distintas empresas", afirma Varda, que agrega que "a veces se complica más, a veces menos, pero el diálogo está aunque el Gobierno no quiera formalizarlo en una mesa, porque intentan manejarse entre su círculo íntimo como viejos patrones de estancia".

SOEESIT representa a los trabajadores de multinacionales, como Telecom de Personal, Claro, y Telefónica de Movistar, y también abarca cooperativas del sector de las telecomunicaciones, junto a las pymes del sector. Actualmente las empresas se mantienen funcionando, porque la gente vive del Internet de la computadora o el wifi del celular, pero la recesión genera que las familias, ante la situación económica actual, así como se privan de salir o de comprar ropa, también se privan de un servicio. El paquete de telefonía se reduce, los programas se dan de baja y los packs adicionales también.

Por ese motivo, Vander señala que el grueso de la masa de asalariados tiene que tener recomposiciones salariales mes a mes. "No lo hacemos de la manera que queremos, pero tenemos que trabajar el tema inflacionario constantemente y las empresas empiezan a plantear que extendamos los plazos, pero a los trabajadores la plata nos alcanza para los primeros quince días del mes", afirma el secretario general de la seccional La Plata.

Cuenta qué escucha de los trabajadores: "Al trabajador se le hace muy difícil pagar la luz, el gas, la escuela de sus hijos, el transporte, o el combustible. Hoy, que se te rompa el auto es una situación de crisis económica familiar. Vemos que el trabajador ya no disfruta de salidas familiares, las vacaciones no están, los autos se mueven poco, y la economía se reduce a tal punto que los inmoviliza". Vander no duda cuando dice que "el modelo que implementa el Presidente Milei no dará un volantazo a favor de los trabajadores", ya que "claramente quiere beneficiar a un grupo muy reducido".

Él sostiene que la reactivación de la economía "no se dará mediante una reforma laboral como la que plantea el Gobierno nacional", ya que cree que el Ejecutivo de Nación "debe poner en valor el justo reparto de las riquezas, porque si un trabajador cobra más, el dinero no lo va a invertir en un fondo del exterior, sino que irá al almacén del barrio, a la verdulería y a la panadería". "Esa es la verdadera reactivación económica, y se diferencia mucho de los que se llevan la platita a otro lado", agrega Varda, y sentencia: "Si no cambian el rumbo económico, vamos camino a una crisis como pocas veces vimos".

Todos en la misma sintonía

Bruno D'Amico, integrante de la Comisión Directiva de Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) seccional Olavarría, dialoga con este diario y reflexiona sobre la decisión del Gobierno nacional: "Estamos lejos de recuperar poder adquisitivo, y las empresas están más preocupadas en ver cómo desvincular gente que en dar aumentos paritarios. Un 2 por ciento no alcanza, los alimentos están caros, los servicios aumentaron exponencialmente, la canasta escolar y la ropa también".

Cuenta que el despacho de cemento "está a un nivel histórico del país", porque genera apenas un 35 por ciento de la capacidad instalada. Cosa similar ocurre con la cal, que está a un 40 por ciento de capacidad instalada.

Las canteras de Olavarría producen la piedra partida y la arena que se utiliza en el hormigón. La seccional de AOMA, entre las firmas de la histórica Loma Negra y Cemento Avellaneda, cuenta con 35 canteras distribuidas en Olavarría, Azul, Pigüé y Tornsquist. D'Amico relata a este diario que "hay dos canteras que están trabajando en un 60 por ciento, pero el resto de las canteras están trabajando abajo del 20 por ciento de capacidad instalada". Cuenta que las empresas han bajado las líneas y los turnos de producción, y aclara que "si bien hasta ahora no hubo despidos masivos", sí hubo "despidos selectivos", y aparecieron los planes de retiro y las jubilaciones. "Todo ese movimiento generó la pérdida de cerca de 200 puestos de trabajo", remarca.

"Tememos que en las canteras, durante los próximos meses, comiencen con la idea de sacar gente", cuenta D'Amico, que asegura que el techo de paritarias que pondrá el Gobierno nacional "complica el hecho, porque las empresas aducen que no pueden pagar los sueldos actuales y dan aumentos que complican la recomposición del salario, debido a los niveles de inflación que hay". 

El trabajador sostiene que "Es muy brusca la caída del poder adquisitivo", y que "es alta" la incertidumbre por los puestos de trabajos que se pueden perder. Dice que "no se avizora en el corto plazo una reactivación", y agrega: "Venimos mal, caímos un 20 por ciento y levantamos apenas un 2 por ciento. Estamos lejos de llegar al punto cero y la V no se ve, es una L, pero el panorama es que si no se reactiva la obra pública, que es el motor de nuestra minería, la cosa va a estar muy complicada.