Con un sueldo promedio de 717 dólares MEP al mes, Argentina se posiciona como el país con el menor salario pretendido de la región. Este resultado derivó de la fuerte devaluación de la moneda en diciembre pasado cuando asumió el gobierno de Javier Milei, que significó una brutal transferencia de ingresos desde la clase trabajadora. A su vez, la brecha salarial por género a lo largo del tiempo fue de las más bajas, reveló un informe privado.

Argentina tiene el salario requerido promedio en dólares más bajo de la región, con 717 dólares MEP por mes. Este hecho refleja dos tendencias, no sólo el deterioro continuado del salario real en Argentina, sino la fuerte devaluación que sufrieron en especial los dólares financieros, ya que el tipo de cambio oficial está cuasicongelado desde la devaluación de mediados de diciembre. La información revelada por un estudio de la agencia Bumeran, portal líder en búsquedas de empleo a nivel regional, aclara también que medido al dólar oficial los sueldos pretendidos serían mucho más altos, en el orden de los 975 pesos.

La diferencia refleja una brecha del 36 por ciento a fines de julio, que es un poco inferior a la brecha entre el dólar blue y el oficial ubicada en torno al 46 por ciento.

La devaluación del peso afecta directamente sobre esta comparación internacional, sin embargo para muchos empresarios ese ajuste se quedó corto, con el correr del tiempo, exigen más devaluación para seguir bajando costos. De acuerdo al estudio de Bumeran, con la tecnología de Jobint, las remuneraciones pretendidas en el resto de la región son todas mayores que la argentina. Chile tiene el salario pretendido promedio más alto con 1.155 dólares por mes, y luego Panamá con 1.020 dólares por mes. El resto del ranking lo completan Perú, con 840 dólares al mes y Ecuador con 832 dólares mensuales.

Respecto de la tendencia, el informe advierte que Panamá y Ecuador son los países con mayor estabilidad salarial desde enero de 2021 hasta la fecha. En contraste, “Argentina experimentó una fuerte caída en los salarios durante el último tramo del 2023 y tuvo en el primer semestre de 2024 una recuperación de los salarios tanto en dólares oficiales como en dólares MEP, siendo estos los que más crecieron en lo que va del año”. Aunque la comparación de lo acaecido en el primer semestre es engañosa si se toma como punto de partida el bestial piso de enero, cuando la devaluación del 118 por ciento los pulverizó.

La tendencia de los salarios requeridos es desalentadora también en el resto de la región. Los aumentos pretendidos fueron bien modestos, según consigna el informe: en Perú subieron 2,56 por ciento, mientras 2,43 por ciento crecieron en Panamá, un 1,98 en Ecuador y 1,75 por ciento en Chile en el primer semestre.

En comparación con los precios domésticos, se advierte una mejora real pretendida en los salarios de Perú y Panamá, donde la inflación acumulada en el primer semestre fue del 1,57 y 0,6 por ciento respectivamente. En tanto en Ecuador y Chile se anotan caídas reales, puesto que los precios subieron 5,2 y 2,4 por ciento.

En el caso de Argentina la suba salarial pretendida trepó 42,9 por ciento al dólar MEP y 38,3 medidos al dólar oficial, sostienen desde Bumeran. En tanto que la inflación acumulada en el período fue del 79,8 por ciento.

Los guarismos con los movimientos que exhiben las variables nominales en otros países dan cuenta de que la argentina es una economía más inestable, especialmente ante los cambios de ciclos políticos. Por otro lado, el crecimiento de las remuneraciones pretendidas se asocia a la tendencia a la apreciación del tipo de cambio, como se dijo, luego de la fuerte devaluación de diciembre pasado que tuvo impacto también en los dólares financieros.

En cuanto a la brecha por género, el estudio citado advierte que Argentina tiene la brecha salarial más amplia de la región a lo largo del tiempo. Pese a un notable recorte en el último tiempo, ubican el promedio en torno al 15,7 por ciento: por encima de Chile con un 14,4, Perú con 10,8 por ciento, Ecuador 6,9 y Panamá con 3,9. En junio de 2024, la brecha salarial pretendida según género en Argentina fue del 4,9 por ciento, situándose solo por encima de Panamá, que tuvo una brecha del 3,99 por ciento, una de las más bajas de la región.

Por último, el informe de Bumeran discrimina remuneraciones pretendidas según la ocupación laboral. En el rubro de tecnología y sistemas el salario pretendido en un puesto junior en Argentina es de 536 dólares al valor MEP, mientras para un supervisor asciende a 863 dólares. En los puestos de administración y finanzas ronda desde 534 dólares MEP a 1.065 dólares para un cargo más alto. Por último, en producción, abastecimiento y logística las remuneraciones van de 514 dólares MEP en puestos junior hasta 1.046 dólares para un supervisor.