Entro al bar y me siento junto a la ventana sin que Osvaldo, el mozo, note mi llegada.
Está muy concentrado en la discusión con un proveedor por el aumento en los precios de los productos que le ofrece. Escucho sus quejas y la defensa del otro, que se escuda con los argumentos de siempre para justificar lo imposible. Osvaldo finalmente se enoja, le dice de todo y decide no comprarle nada. El provee