Unión tenía la chance de subirse a la punta del torneo, pero no le salió nada: gracias a una inolvidable noche de Florián Monzón, Tigre se impuso 5-1 y tomó aire para su entrenador Sebastián Domínguez, cuestionado por los malos resultados que venía teniendo el equipo.
Al triunfo de Tigre se le puede poner nombre y apellido: Florian Monzón. Es que el hijo del popular exdefensor de Independiente resolvió el partido en la primera mitad, primero con un anticipo tras un centro de Ortega y luego con un cabezazo en un corner cuando se terminaba la etapa.
Luego, tras el gol de anticipo de Blas Armoa, el delantero de 23 años asistió a Gonzalo Maroni para que el ex Boca colocara el 4-0 con una buena definición a colocar. Y por último, después del descuento de Nicolás Orsini, Monzón selló el 5-1 con una resolución exquisita por encima del arquero Thiago Cardozo. Así Tigre tomó aire y bajó a tierra la ilusión de Unión.