Es al año y medio cuando Gustavo Fernández –oriundo de Río Tercero, Córdoba–, tuvo un infarto medular (rotura de una vena en la medula), que le impidió el uso de la cintura para abajo. Lo que siguió en su historia fue su destino: ser deportista adaptado profesional. De modo que su ímpetu por el deporte se fue moldeando por herencia familiar y dentro de los clubes. Su papá es Gustavo Ismael Fernánd
Diálogo con Gustavo Fernández, previo a los Paralímpicos de París 2024
"Me interesan mis matices oscuros porque me hacen lo que soy"
El tenista cordobés relata el difícil momento que atravesó en 2023 y las consecuencias de llevar al límite el cuerpo y la mente. "Se combinaron dos cosas jodidas: el miedo a morir y mis ganas de luchar por el tenis", comenta.
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Este artículo fue publicado originalmente el día 25 de agosto de 2024