Un año después del Levantamiento del ghetto de Varsovia, la resistencia polaca produjo otra rebelión contra la ocupación alemana, de la cual este mes se cumplen 80 años. Para recordar aquel suceso, la embajada de Polonia patrocinó la vuelta a escena de un espectáculo emotivo y singular. Dirigido por Dennis Smith, en Varsovia 1944 el actor, cantante y dramaturgo vuelve a echar mano de algunos de los procedimientos de la comedia musical para tratar un tema vinculado con la política y la identidad. La obra, que ofrece su última función el sábado 31 en el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires) es el resultado de la trasposición al teatro de una pormenorizada investigación realizada por la periodista Ana Wajszczuk.
Varsovia… se inspira en el libro Chicos de Varsovia (Sudamericana) escrito en 2017 por Wajszczuk, un libro que ya vendió 9.000 ejemplares y va por su quinta edición. La reconstrucción de la historia de la familia polaca de Ana da cuenta del levantamiento más sangriento contra la ocupación nazi que tuvo lugar durante la Segunda Guerra. En la entrevista con Página/12, la autora y el director señalan que este espectáculo es la versión de cámara de aquel presentado en 2019 en el marco del Fiba, de carácter performático. Ahora la historia se desarrolla a partir de las actuaciones de Laura Oliva, quien interpreta a la propia autora, Cristina Dramisino y Carolina Kopelioff, a cargo de varios roles cada una, entrelazando el tiempo presente con el pasado.
El punto de arranque de la obra es una supuesta entrevista radial, en la que el mismo Dennis Smith interpreta a un periodista que, con sus comentarios banales, demuestra que no termina de comprender las dificultades que entraña el tema que la entrevistada expone, la historia de lo sucedido durante la ocupación nazi a sus familiares directos. Pero es precisamente la actitud del personaje del periodista lo que el espectador agradece porque la risa que despierta su estupidez permite tolerar ciertos tramos de la historia. Por otra parte, las canciones que, en un desdoblamiento que realiza el mismo actor al interpretarlas, colabora en términos de clima y reflexiòn.
-El montaje tiene características inusuales en el abordaje de una historia tan intrincada como sangrienta…
Ana Wajszczuk: -Nunca imaginé que con algo tan complicado se podría hacer una obra teatral. Son 400 páginas traducidas al teatro. Y las canciones que compuso Dennis permiten condensar información en un lapso muy corto de tiempo y con pocos elementos, mucha emoción. En 50 minutos logró contar un libro de 400 páginas.
Dennis Smith:- Ana seleccionó el material y supervisó el guión. Y las canciones las pensé como un signo de la efervescencia juvenil de ese momento, porque se habla de chicos muy jóvenes que formaron parte de esa revolución.
A. W.: -Hoy puede resultar difícil de entender porque la idea de un sueño en común, el concepto de revolución, que antes estaba en el futuro, hoy quedó en el pasado.
D. S.: -Es difícil de entender que ellos dieron todo por una causa común hoy, que se piensa más en el bienestar individual. Los testimonios, que son muy sórdidos, quisimos que fueran leídos para que se genere una distancia que le permita al espectador escuchar y emocionarse.
A. W.: - Los alemanes terminan deteniendo a todos los combatientes y expulsan a los civiles de la ciudad: del millón de habitantes de Varsovia no quedaron más que unos pocos que se ocultaron bajo las ruinas. El polaco es un pueblo muy patriótico que continúa recordando el levantamiento con mucho respeto y esto es muy emocionante. Pero esta historia va más allá de los polacos, porque trata de la búsqueda de la identidad y les habla a todos los que tenemos familiares que vinieron a este país. Porque queremos conocer nuestras raíces, porque finalmente somos lo que somos por los que fueron.
* Varsovia 1944, en el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, San Juan 328), sábado 31 a las 16.