Racing perdió dos puntos e Independiente, que jugó desde los 29 minutos con uno menos, ganó uno en el Clásico de Avellaneda de este domingo, que tuvo su punto más alto con los homenajes al gran Bocha Maschio.
A pesar de las expulsiones de los laterales Damián Pérez y Federico Vera (a los 89), Racing no pudo pasar del 0 a 0 para alcanzar a Huracán, que va primero en la tabla con 24 puntos a la espera de lo que suceda este lunes con Atlético Tucumán (22), el único que puede superarlo. Por su parte, los dirigidos por Julio Vaccari alcanzaron su cuarto partido seguido sin perder, con otro empate sin goles (San Lorenzo) y dos triunfos en donde tampoco les convirtieron (2-0 a Estudiantes y 1-0 a Rosario Central).
Tras un inicio muy pausado (primero por la demora en sacar los papelitos y luego por un choque de cabezas entre Lomónaco y Marcone) el partido finalmente tomó temperatura a los 29 minutos cuando Independiente se quedó con uno menos.
Todo se originó en una pelota parada de peligro a favor del Rojo pero, a centro mal tirado, contraataque de Baltasar Rodríguez. El pibe de Racing adivinó la intención de otro purrete, Rubén Martínez, quien dejó corto su cabezazo y habilitó al académico. Pérez, de último hombre y casi en mitad de cancha, no tuvo otra que cortarlo una vez que Baltasar le tiró un sombrerito para irse solo frente a Rodrigo Rey. Roja directa y ventaja para Racing.
En el final de la primer etapa, a los 46 minutos, la Academia se sacó las ganas y gritó gol: Rodríguez metió un centro largo al área chica que conectó con la cabeza de Roger Martínez, pero al desviarse en la cara de Santiago Sosa -adelantado-, el árbitro decidió anular el gol tras la revisión del VAR.
Tanto Gustavo Costas como Vaccari movieron sus piezas en el entretiempo y durante toda la segunda etapa. El de Racing, para ver si alguno de los ingresados estaba más inspirado que los salientes, pero no fue el caso y ni Juanfer Quintero se salvó de la mediocridad. Y el del Rojo, para hacer tiempo más que nada, aunque con la entrada de Adrián Sporle casi encuentra sin querer el 1-0. Es que el zurdo rompió los libretos en una salida por el lateral con un tremendo taco y originó la única jugada de peligro rojo, con un remate de Tarzia que se fue cerquita.
Lo de hacer correr el reloj sin disimulo fue la norma de la segunda etapa, con lo que la cosa fue difícil de mirar. Y si la pelota se la pasó en el área de Independiente no fue por mérito de Racing, que sufrió mucho el pésimo partido de Carbonero y a un desafinado Maravilla Martínez, sino porque Rey se la pasó en el piso.
Sobre el final, Independiente se quedó con nueve por la segunda amarilla de Federico Vera. El lateral se fue antes de tiempo a los vestuarios pero que no se preocupe demasiado: no se perdió de nada.