No hace falta ser matemático. Los aumentos de gas desde que asumió Mauricio Macri llegaron a un pico de un 600 por ciento. Si, por ejemplo, un usuario sufrió un aumento en el gas del 500 por ciento y ahora debe afrontar un 40 por ciento más, se le agregará a su presupuesto el 40 por ciento del 500 por ciento: un plus del 200 por ciento. Más el 500 por ciento original, un aumento total del 700 por ciento desde el 10 de diciembre de 2015. Nadie aumento su ingreso en esa magnitud.
Una de las razones del sacudón inicial y de los ajustes permanentes en la tarifa la dio en la audiencia pública el ingeniero Andrés Repar, del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz y miembro del Observatorio de Tarifas de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo. Dijo Repar que “según el Ministerio de Energía el precio del gas debe ser libremente negociado entre las partes, las distribuidoras y los productores”. Agregó que como el Estado debe dar un valor de referencia, ubicó el precio de 6,80 dólares el millón de BTU para el 2019 “según se desprendería de un supuesto mercado internacional y de un mercado nacional”. El reproche del especialista es que “difícilmente se trata de un mercado perfecto” y que “el valor de 6,80 está prendido con alfileres y no refleja ninguna realidad”. Lo peor, de acuerdo con su argumento, es que ya queda prefijada la escala en dólares, porque hoy, dos años antes, es de 4,50.
Otro de los cuestionamientos de Repar fue que el Ministerio de Energía piensa de manera genérica en pagar lo que vale. “¿Qué quiere decir pagar por lo que vale? A largo plazo, si Vaca Muerta tiene éxito, el valor será más competitivo y no menos. Y a su vez la medida del éxito es un valor más bajo de aquí a 10 o 15 años.” Lo contrario representaría otra cosa: “Un beneficio inmediato para algunas empresas” porque “el mundo se mueve alrededor de los tres dólares”.
Al hablar en nombre del Cepis, el Centro para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad que también forma parte del OTA de la Umet, el abogado Mariano Lovelli criticó “la manifiesta irrazonabilidad de la propuesta –que pronto lamentablemente será norma– del Poder Ejecutivo Nacional de aumentar una vez más el precio del gas que cada usuario y consumidor deberá pagar, sin que dicho aumento tenga una razón de ser en mejora de la calidad y cantidad del servicio, en la promoción de la industria gasífera nacional que genera más empleo ni que genere una tarifa razonable, accesible y sostenible en el tiempo para todos los que deseen habitar el suelo argentino”.
Dijo Lovelli que “la propuesta será norma porque la voluntad del Poder Ejecutivo es la de no escuchar las observaciones, críticas y propuestas que se realizan en estas audiencias”. Y terminó pidiendo que el Gobierno abandone el actual “sendero de precios” del gas y deje sin efecto el cuadro tarifario propuesto porque “traerá una catástrofe a millones de compatriotas”.
El 700 por ciento no es pura matemática.