Sobrepoblado, sin presupuesto y con salarios por debajo de la línea de pobreza. Así describen la situación del Instituto de Oncología Ángel Roffo los y las trabajadoras del centro de salud dependiente de la UBA, que este lunes realizaron un abrazo simbólico al edificio en defensa del instituto y de los demás hospitales universitarios. Sostienen que a los recortes presupuestarios del gobierno de Javier Milei y a la "liquidación" de las paritarias se le suma un aumento en la cantidad de pacientes por la crisis y la desregulación de las prepagas, lo que deja en una "situación crítica" al primer establecimiento oncológico de América Latina, con más de un siglo de historia. 

"En nuestro instituto se atienden pacientes de todos los puntos del país, pero la población, en su mayoría, está conformada por personas con bajos recursos. Ahora se está produciendo una sobrepoblación y una sobredemanda por la crisis sanitaria, la desregulación de las prepagas y también por la caída de las obras sociales producto de los despidos", cuenta a Página 12 Federico López Ponsati, delegado de la comisión interna del Roffo, que agrega que "estamos teniendo una demanda cada vez más exponencial y sin estructura para solventarla, justamente por la crisis presupuestaria. Si se profundizan estas políticas, los tratamientos pueden llegar a correr riesgo".  

Por todo esto, los y las trabajadores del instituto, en conjunto con investigadores, profesionales y pacientes del centro de salud, realizaron este lunes al mediodía un abrazo simbólico en los alrededores del complejo edilicio de cuatro hectáreas ubicado el triangulo que confirman las avenidas San Martín, Beiró y Nazca, barrio de Agronomía. La protesta fue organizada por la comisión interna de APUBA en el marco del plan de lucha que viene llevando adelante el Frente Sindical Universitario, con paros de 24 y 48 horas incluidos. 

A partir de las 12 del mediodía, los y las manifestantes comenzaron a rodear el edificio con una larga bandera que decía "defendamos la UBA" y otra que rezaba "el Roffo y la UBA se defienden". La ronda finalizó a las puertas del pabellón Antonio Gandolfo del centro de salud, mientras los y las pacientes que se acercaron dejaban mensajes escritos para sus doctores: "Gracias por hacernos sentir bien a pesar del momento, fuerza para defender el Roffo", decía uno, mientras que otro agradecía "el amor que dan a cada uno de los pacientes". 

Según cuentan los y las trabajadores, la situación se empezó a ponerse cada vez más  tensa particularmente a partir de principios de este año. Aunque las dificultades con los turnos no constituían una situación desconocida para ellos, las diversas políticas del gobierno libertario comenzaron a volver especialmente difícil la atención, con un crecimiento exponencial de la demanda en un área en especial sensible como la oncológica. 

López Ponsati sostiene en este sentido que "el ahogo presupuestario al que estamos siendo sometidos tiene consecuencias directas tanto en el abastecimiento de insumos como en las condiciones edilicias en las que atendemos a nuestros pacientes y trabajamos cotidianamente". Añade que, más allá del caso particular del Roffo, "la situación de los hospitales universitarios en general es crítica". Eso sin incluir en la cuenta la situación salarial de los y las trabajadoras, a los que el gobierno les ofreció el irrisorio aumento del 2 por ciento en agosto y el 3 por ciento en septiembre

"Esa reducción de nuestro salario también tiene consecuencias directas en la calidad de nuestra atención, porque tanto los trabajadores no docentes como los profesionales estamos cobrando por debajo del indice de pobreza y en algunos casos de indigencia, lo que puede provocar en un futuro inmediato la migración de muchos profesionales que hoy forman parte de los hospitales universitarios", advierte el delegado y agrega que "eso significaría una baja en la cantidad y la calidad de la atención, además del pluriempleo que atenta contra nuestras condiciones de trabajo".

Después de las dos semanas signadas por medidas de fuerza, los y las trabajadoras de las universidades y los hospitales universitarios están pendientes de lo que se defina este viernes en la reunión del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Se espera que de allí salga la definición, con fecha y lugar, de la segunda marcha federal universitaria del año, tras la masiva movilización del pasado 23 de abril. Desde el Roffo esperan que una nueva marcha tenga un impacto aún mayor que la primera y que acelere los plazos para que el Senado deje firme la ley de recomposición presupuestaria que ya aprobó Diputados. 

"Después de esa primera gran marcha, el aumento del presupuesto que anunció el gobierno fue mínimo, porque se trató de un 250 por ciento pero sólo para el 10 por ciento del presupuesto total que es lo que constituyen los gastos de funcionamiento. En el 90 por ciento restante están nuestros salarios, las becas para estudiantes o los proyectos de investigación", señala López Ponsati en este sentido, y recuerda que "eso no se ha aumentado nada, de hecho el mínimo aumento para funcionamiento se está financiado gracias al ajuste en nuestro salario". 

Fundado en 1923 como centro de medicina experimental para el tratamiento del cáncer, el Instituto Roffo es el primer establecimiento oncológico de latinoamérica. En el año 1952 tomó el nombre del doctor Ángel Roffo, su primer director, y depende de la Facultad de Medicina de la UBA, al igual que el Hospital de Clínicas, el Instituto de Investigaciones Alfredo Lanari y el de tisioneumología Raúl Vaccarezza.