El oficialismo busca hacer borrón y cuenta nueva en el Senado para dejar atrás una semana de duras derrotas para la Casa Rosada en el Congreso, pero se expone a sufrir otro duro revés para las aspiraciones de Javier Milei en materia de espionaje. La Libertad Avanza quiere retomar su propia agenda parlamentaria y escanea la posibilidad de reflotar el proyecto para instalar la Boleta Unica de Papel para las próximas elecciones -que tiene media sanción de Diputados- para discutirlo en una sesión este jueves. El resultado es incierto ante la resistencia de bloques provinciales, y introducirse cambios a la iniciativa, regresaría a la Cámara baja. Y si la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, abre el recinto, la oposición más dura puede ir a la carga para rechazar y dar de baja el DNU que le otorgó 100 mil millones de pesos en gastos reservados a los espías de la SIDE.
Nada está resuelto aún. La agenda legislativa publicada por el Senado solo contempla para esta semana la audiencia pública en la que este miércoles Manuel García-Mansilla defenderá su postulación para ocupara un sillón en la Corte Suprema de Justicia ante los senadores que integran la comisión de Acuerdos (de la misma forma que la semana pasada lo hizo el otro postulante, el juez federal Ariel Lijo). Ninguno de los dos candidatos promovidos por la Casa Rosada tiene garantizados los dos tercios de los votos necesarios para ser ungidos cortesanos y para los que necesita indefectiblemente el respaldo de Unión por la Patria para alcanzarlos.
Villarruel tampoco comunicó oficialmente alguna intención de sesionar esta semana, al menos hasta ayer y ante el principal bloque opositor en la Cámara alta. Aunque no se descarta que lo haya hecho con las bancadas aliadas para medir fuerzas.
La intención del oficialismo es reflotar el tratamiento de la boleta única. Una iniciativa que LLA quiso apurar durante las sesiones extraordinarias de este verano pero que terminó frustrándose por la resistencia de partidos provinciales a convalidar el proyecto tal cual llegó de Diputados. El debate en comisión terminó empantanado ante un eventual empate en el recinto, sobre el que Villarruel no podrá intervenir: por tratarse de un tema electoral, el proyecto necesita de la mayoría absoluta de la Cámara, sin posibilidad de desempate.
La senadora rionegrina Mónica Silva, ligada al mandatario provincial Alberto Weretilneck, propuso eliminar el casillero que permite votar la lista partidaria completa. Otras de su demandas es que en caso de simultaneidad de los comicios, se oficializará una boleta para cargos nacionales, otra boleta para cargos provinciales y, de corresponder, municipales con urnas separadas. La iniciativa respaldada por otros oficialismos provinciales busca neutralizar el “efecto arrastre” de las fuerzas políticas nacionales.
El oficialismo está dispuesto a ceder a los planteos provinciales, a pesar de que si se realizan esas modificaciones al texto original el proyecto regresaría a Diputados, donde libertarios y aliados deberían abordarlo contrarreloj: los temas electorales no pueden modificarse en años de elecciones. La intención de los libertarios es intentar retomar una agenda propia junto a bloques dialoguistas, para evitar que se consolide la iniciativa de la oposición más dura.
Espías y universidades
Pero la intención del oficialismo de abrir el recinto del Senado expone al Gobierno a una nueva derrota. “En medio del endeudamiento del país en niveles límites aparece una opción que dice que necesitan 100 mil millones de pesos para la SIDE. Fue una de las gotas que colmó el vaso”, repasó el formoseño José Mayans, jefe del interbloque de senadores de Unión por la Patria. Adelantó que el objetivo de los legisladores es tratar el decreto en la próxima sesión y “terminar con el abuso total”.
La estrategia que Villarruel traza para el Senado la pone en una encrucijada: si habilita sesionar, se expone a cargar con el peso de una nueva derrota del Gobierno, en medio de la dura disputa interna que tiene con Milei y su entorno más fiel. La vicepresidenta ya avisó a la Casa Rosada que el tiempo que puede obstruir el tratamiento del DNU de la SIDE es limitado.
El anuncio público de que Milei vetará la nueva fórmula de movilidad jubilatoria -que apenas devuelve a jubilados y pensionados una parte ínfima de lo que su gobierno les podó en los haberes-, su insistencia en llamar “degenerados fiscales” a los senadores que la votaron, tampoco aporta a morigerar los ánimos opositores en el Congreso
Mientras tanto, la vicepresidenta da algunas señales de fidelidad al Gobierno. No incluyó para esta semana la conformación de las autoridades de la comisión de Educación y Cultura.
El tema figura entre las prioridades de un sector importante de la oposición, que quiere avanzar en el tratamiento de la media sanción de la Cámara baja que garantiza el financiamiento de las universidades nacionales. Desde Unión por la Patria y una porción de la UCR buscarán ponerla en marcha esta semana y darle dictamen a la iniciativa, que promete otra derrota para Milei en el Congreso.