El Museo de la Solidaridad Salvador Allende, en Santiago, Chile, exhibe por primera vez 18 obras que fueron donadas por artistas españoles en repudio a la dictadura militar chilena y que estuvieron perdidas durante más de tres décadas en España.

Las obras, entre las que destacan piezas de Concha Jerez, Pascual Blanco, José Luis de Dios o Remegio Mendiburu, fueron localizadas en 2014 en el Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni de Villafamés (Macvac), en el sureste de España, y llegaron a Chile a inicios de este año tras una década de gestiones burocráticas.

Fue la propia Concha Jerez, Premio Nacional de Artes Plásticas en España, quien descubrió que su obra 'Expediente policial roto y sin embargo archivado' (1976) seguía en el museo español.

"Para nosotros es muy relevante el traslado de estas obras a Chile, ya que finalmente se unen a su fondo original y estamos cumpliendo con el compromiso de estos 18 artistas españoles de ser parte de una colección internacional en apoyo al pueblo chileno en un momento oscuro de su historia", explicó Claudia Zaldívar, directora del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA).

Un museo creado a partir de la solidaridad de los artistas

Con cerca de 3.100 obras, los inicios del MSSA se remontan a principios de 1971, cuando surge la idea de promover en los círculos artísticos de América y Europa la donación de obras de arte que permitieran al Gobierno socialista de la Unidad Popular (1970-1973) crear un museo para el pueblo chileno.

Tras el golpe de Estado y el derrocamiento de Salvador Allende, el museo tuvo que cerrar y sus gestores marcharon al exilio, desde donde volvieron a articular la red de donaciones a partir de 1975.

Con el retorno a la democracia, el MSSA volvió a abrir sus puertas en 1991 y empezó a traer a Chile todas esas obras donadas durante el régimen y custodiadas en "museos amigos" de todo el mundo.

Su colección alberga piezas de grandes artistas como los españoles Joan Miró y Eduardo Chillida, el estadounidense Frank Stella, la brasileña Lygia Clark o el venezolano Carlos Cruz-Diez.

"Es un modelo de museo que funciona fuera de los cánones hegemónicos del arte. Fue un museo creado a partir de la solidaridad de los artistas, no está el mercado de por medio. Es un museo único. Han habido intentos a nivel internacional, pero no han permanecido en el tiempo", aseguró su directora.

Durante la dictadura, la donación de artistas españoles fue una de las más cuantiosas y sus obras estuvieron resguardadas hasta el retorno de la democracia chilena en el museo Villafamés, gracias a la amistad que unía su fundador, Vicente Aguilera Cerni, con José María Moreno Galván, uno de los impulsores del MSSA.

Las 18 obras que quedaron rezagadas y que por primera vez se muestran ahora, en el marco de la exposición 'Las ideas felices son así', "son un conjunto muy representativo del espíritu experimental de la década de los 70 en España", indicó Caroll Yasky Pérez, coordinadora y curadora del museo.