Decenas de miles de peces de agua dulce han aparecido muertos frente a la costa de la ciudad de Volos, en el centro de Grecia, en un fenómeno que las autoridades vinculan con las inundaciones de hace un año y que obligaron a soltar agua de un lago hacia el mar.

Los peces cubren el puerto de Volos, una urbe de 150.000 habitantes, y playas en la región del golfo Pagasético, lo que provoca un intenso hedor y genera un problema de salud pública.

El gobernador de la región de Tesalia, Dimitris Kuretas, señaló que los peces llegaron al mar a través del arroyo Xiria desde el cercano lago de Karla y murieron al entrar en el agua salada.

Durante la tormenta Daniel, que en septiembre de 2023 causó la muerte de 17 personas, este lago se desbordó e inundó 18.000 hectáreas.

Según Kuretas, las inundaciones destruyeron una estación de bombeo y acequias, por lo que la única solución para que la zona no volviera a inundarse fue abrir la compuerta de la presa del Xiria, por la que los peces del lago pasaron al arroyo y de ahí al mar. "Ahora esta estación ha sido reparada, por lo que el agua de Karla se transferirá a un embalse", añadió el gobernador, quien aseguró que esto pondrá fin al fenómeno.

La Cámara de Comercio de Magnesia, la región cuya capital es Volos, acusó en un comunicado a las autoridades locales de falta de previsión en la gestión del agua del lago y de haber provocado un "desastre ecológico y económico".

Propietarios de restaurantes y cafeterías cercanos a la costa denuncian que el desastre afecta a sus negocios debido a que los turistas evitan la zona y exigen la devolución del dinero que pagaron al Ayuntamiento por las licencias para poner terrazas en la costa.