Cientos de bomberos luchan este martes por sexto día consecutivo contra un gran incendio forestal en el monte Pangeo, en el norte de Grecia, que ya ha arrasado más de 750 hectáreas de bosque virgen.

El fuego se declaró el pasado día 22 y arde en una zona de acceso limitado a más de 1.500 metros de altura, lo que dificulta las tareas de extinción, dijo a EFE un portavoz de los bomberos.

Unos 280 bomberos con 46 camiones, un avión y cinco helicópteros cisterna luchan para contener las llamas que, hasta el momento, no amenazan zonas pobladas. No obstante, las autoridades están creando cortafuegos alrededor de algunos pueblos de la región de manera preventiva.

Ayer, lunes, se dio por controlado otro gran incendio que ardía desde hacía nueve días consecutivos en el monte Orvilos, en la región de Serres (norte), limítrofe con Bulgaria.

El fuego comenzó el pasado día 18 por la caída de un rayo, informan las autoridades.

Según el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, Copernicus, este incendio arrasó más de 1.170 hectáreas.

El director del Observatorio Nacional de Atenas, Kostas Lagouvardos, ha indicado que Grecia registró sus meses de junio y julio más calurosos desde 1960, cuando empezaron a llevarse registros.

De acuerdo con Lagouvardos, la temperatura media durante julio aumentó 2,5 grados centígrados en el período de 1960 a 2024.

Las altas temperaturas, en combinación con la sequía, provocaron decenas de incendios a diario, el más desastroso de los cuales fue el que se declaró al norte de Atenas el pasado día 11 y que, atizado por fuertes vientos, llegó hasta el tejido urbano de la capital.

El fuego causó la muerte de una mujer de 60 años, arrasó más de 10.000 hectáreas y calcinó cientos de casas, empresas y coches.

Durante los últimos días se han registrado precipitaciones en varias regiones del país, lo que ha disminuido el riesgo de incendios y el número de nuevos incendios diarios.