La provincia de Santa Fe cerrará agosto con cerca de 7 mil trabajadores suspendidos. Si bien representa una baja en relación a meses atrás, el número sigue siendo alto y desde el gobierno provincial confían en que pronto se sentirá el impacto de las medidas adoptadas para la recuperación del empleo. “En la medición intermensual de agosto notamos un leve crecimiento, en medio de una caída que ya no es tan pronunciada”, explicó el ministro de Trabajo, Roald Báscolo, en diálogo con Rosario/12. Desde la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) entienden que, por el momento, el bajo nivel de actividad no se traduce directamente en despidos, aunque sí detectan una gran cantidad de retiros voluntarios. Desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Rosario sostienen que la situación es dramática. “Es un escenario de incertidumbre y de confusión donde no se puede planificar absolutamente nada”, señaló Pablo Cerra, abogado del gremio.

Cerrando el octavo mes del año, la provincia contabiliza a 72 empresas bajo el régimen de suspensiones contemplado en el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite a empleadores y gremios acordar suspensiones abonando una suma no remunerativa. La situación alcanza a un total de 6.805 trabajadores. Los números fueron aportados desde el gobierno provincial, que lleva estadísticas propias de las suspensiones en su rol de mediador entre las empresas y los gremios, pero no así de los despidos, que son monitoreados por el gobierno nacional. “Son datos dinámicos”, remarcó Báscolo y los números lo confirman: para principios de mayo la provincia contabilizada alrededor de 10 mil trabajadores suspendidos, pero correspondiente a unas 60 empresas.

En el desglose, 5.184 suspensiones correspondientes a 53 empresas se dieron este año, mientras que 19 empresas mantienen a 1.261 trabajadores suspendidos desde 2023. “Son suspensiones que se habían hecho por un año, durante la gestión anterior. Nosotros lo que definimos ahora es que las suspensiones se hagan por tres meses y que, en caso de necesitarlo, se pueda hacer una renovación”, explicó el ministro de Trabajo provincial. Del total de suspensiones en la provincia, cerca de la mitad alcanzan a trabajadores de la UOM. “Así como el mayor porcentaje de empleos perdidos se registra en el sector de la construcción, cuando hablamos de suspensiones prácticamente el 50% son el sector metalúrgico”, completó.

Desde el gobierno provincial explican que con las suspensiones lo que se busca es evitar el despido de trabajadores y la pérdida de mano de obra capacitada que, en sectores como el metalúrgico, luego es difícil y costoso de recuperar. A su vez, los trabajadores siguen cobrando su salario en algunas instancias de forma completa y, en otras, un porcentaje importante. En ese marco, desde la Casa Gris confían en que parte de las acciones puestas en marcha permitan generar un repunte en materia económica y que eso derrame en empleo. Esa mirada es transversal en distintas áreas como la seguridad, con la construcción de cárceles; en materia vial, con la reparación de trazas; en educación, con el programa Mil Aulas; y hasta en vivienda, con el lanzamiento de los créditos Nido.

“Para nosotros todavía no está el impacto completo de todo lo que está haciendo la provincia para la recuperación del empleo, pero sabemos que pronto se va a notar. Es todo un esfuerzo grande de la provincia”, expresó Báscolo. “A nivel general podemos decir que fueron seis meses muy duros, con una caída mucho más pronunciada y mucho más prolongada de lo que todos los economistas habían estimado. Dentro de este contexto de caída, los meses de julio y agosto fueron mejores a mayo y junio. En la medición intermensual de agosto notamos un leve crecimiento, en medio de una caída que ya no es tan pronunciada”, resumió.

Industria a la baja

La semana pasada, desde Fisfe publicaron el informe de actividad industrial correspondiente a junio. El relevamiento arrojó una caída del 10,9% interanual, acumulando una baja del 13% durante el primer semestre del año, en relación a 2023. El índice de Producción Industrial correspondiente a junio se ubicó por debajo de los últimos tres años. Pero además, el desplome no distingue sectores: un 93% de las ramas industriales enfrentó una disminución interanual de su producción. En el último cuatrimestre la crisis fabril es sectorialmente más extendida que la verificada en el período de mayores restricciones de la pandemia.

Con todos los indicadores industriales a la baja, desde Fisfe esperaban un nivel de despidos y suspensiones mucho más elevado. “Lo que está pasando en la realidad es que, a pesar de la caída generalizada de la actividad, no se está reflejando en una pérdida masiva del empleo”, describió Walter Andreozzi, a cargo del departamento laboral de la federación. “Hay un esfuerzo, fundamentalmente de las pymes, en seguir reteniendo los contratos de trabajo en función de lo complejo que luego es poder incorporar trabajadores calificados. Es decir que no se está dando una relación directa entre caída de actividad y pérdida de empleo”, explicó a Rosario/12.

No obstante, desde Fisfe entienden que la situación es preocupante y tampoco hay expectativas de que se puedan generar nuevos puestos de trabajo. “Lo que sí vemos es que hay un goteo incesante de trabajadores que, por distintos motivos, se retiran de la empresa y eso luego no se repone. Hay una reducción de plantillas laborales a partir de la sumatoria de casos de despidos que se van dando de a poco”, explicó y agregó: “También hay muchísimos retiros voluntarios. Es decir, trabajadores que se van con plata en el bolsillo por encima de lo que es la indemnización normal, que también hacen a la reducción de planteles”.

Desde la UOM Rosario, de los sectores más afectados por la situación, entienden que el panorama es negro. “La actividad está desplomándose y un poco lo preveíamos. Pero lo más difícil de todo es que no sabemos hacia donde se va. Es un escenario de incertidumbre y de confusión donde no se puede planificar absolutamente nada”, evaluó Pablo Cerra, abogado del gremio en la ciudad. “A fin del año pasado teníamos un problema por faltante de insumos, pero había una demanda importante. Hoy lo que tenemos es una recesión galopante que hace que la actividad esté por el piso”, añadió en declaraciones a Rosario/12.

En el gremio también manejan sus números y aseguran que, en promedio, las empresas del sector están funcionando a un 50% de lo que su capacidad les permite. “Eso hace que hoy tengamos alrededor de 4 mil trabajadores suspendidos y ya hemos perdido alrededor de 2 mil trabajadores en la seccional Rosario”, sostuvo Cerra. “También tuvimos un montón de retiros voluntarios. Casi toda la pérdida de empleo que tenemos es por esa modalidad y ahí es donde aparece la gestión del gremio, porque es una mejor salida para el trabajador”, añadió.

 

Para el abogado “no hay rubro que no esté complicado” dentro del sector. Y si bien esperan que pronto pueda darse un repunte, son pesimistas respecto al panorama que se viene: “La situación es muy compleja y lejos del rebote en V del que habla el gobierno, nosotros vemos que esto va en caída libre. Ojalá aparezca la recuperación, pero no vemos nada que nos haga pensar que eso pueda llegar a darse”.