El Gobierno puede respirar tranquilo porque prácticamente no hay chances de que este jueves el Senado de la Nación sesione y finalmente voltee el DNU 656/2024 que le asignó a la SIDE cien mil millones de pesos para gastos reservados. La vicepresidenta Victoria Villarruel es la encargada en última instancia de convocar a una eventual sesión especial --si no es especial no se puede tratar un decreto--, algo que aún no hizo y, al menos por ahora, tampoco tiene pensado hacer. Mas allá de lo que suceda esta semana, en Casa Rosada aguardan tranquilos porque "todo lo que suceda durante la vigencia del DNU es legal", dicen. Por ese motivo, sostienen, pueden gastar el dinero asignado por el decreto antes de que el Congreso lo rechace. "No existe anularlo. Lo pueden rechazar, pero todo lo que se haga mientras tenga vigencia no es un problema", argumentan para intentar no devolver los fondos que ya se habrían devengado casi en su totalidad.

Lo que sí admiten en Casa Rosada es que tendrán que rendir cuentas ante la Comisión Bicameral de Inteligencia. Este martes ocurrió la primera reunión de la misma, con el debut en la presidencia del radical Martin Lousteau. Mediante un acuerdo al que llegaron la semana pasada, el kirchnerismo y la UCR definieron que el presidente de la comisión sea el senador y presidente de la UCR. Esa decisión fue un claro golpe a la Casa Rosada, desde donde empujaban al senador peronista Edgardo Kueider para que se quede con el puesto. Mientras en el entorno de Milei discutían con Villarruel --ella quería que la presidencia de la comisión se la quede el senador Enrique Goerling Lara--, la UCR y UxP avanzaron. Los diputados y senadores quieren que el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, vaya a dar explicaciones al Congreso sobre cómo se devengaron los fondos reservados.

En el círculo íntimo del Presidente se adelantan y opinan que, por más que tengan que dar explicaciones ante la comisión sobre el dinero que ya se habrían gastado, un reclamo real y la devolución implicarían la apertura de una causa en la Justicia. Jocosos, opinan sobre el posible proceso judicial: "En doce años vemos".

Otro de los problemas que tuvieron los laderos de Milei con lo vinculado a los fondos reservados fue el no apoyo de un bloque que suele ser amigable con ellos: el de Encuentro Federal. Miguel Ángel Pichetto, el presidente del mismo, es cercano a Santiago Caputo, quién fue el arquitecto de la nueva Side y quién la maneja en las sombras mediante Neiffert, un hombre de su extrema confianza. 

Pichetto y Caputo se reunieron en reiteradas ocasiones en Casa Rosada y el diputado le habría dicho que su bloque no acompañaría el rechazo al decreto, sin embargo, hubo problemas con dos diputados de su espacio: Emilio Monzó y Nicolás Massot. Según la versión de Balcarce 50 Monzó quería un lugar en la comisión que no le fue asignado y, por ese motivo, se puso furioso y "mandó a Massot a que lo defienda". "Le dijimos a Miguel que hasta que no quede claro quienes son los extorsionadores seriales y quienes los que tienen buena voluntad va a ser muy difícil", opinan con tono sobrador cerca de Milei.

Otro de los que se reúne con frecuencia con el más joven de los Caputo es el radical Emiliano Yacobitti, muy cercano y parte del armado de Martín Lousteau. Por ese buen vínculo entre ambos, en la Casa Rosada confían que "no será tan grave" que la presidencia de la comisión que controlará los fondos reservados de la SIDE la tenga Lousteau. 

Antes que se pinchara la posibilidad de una sesión especial este jueves, la oposición se entusiasmaba con reunir a los 33 senadores de UxP, más dos radicales, Lousteau y Pablo Blanco, y dos de las senadoras que responden a Ignacio Torres: Andrea Cristina y Edith Terenzi. La idea era juntar quórum y voltear el decreto, a la espera de una definición de los senadores del PRO que la semana pasada acompañaron la suba de las jubilaciones. 

Los senadores que empujan el rechazo

Otro que este martes salió a decir que también rechazará la iniciativa es un senador de la Libertad Avanza y confeso enemigo personal de Santiago Caputo: el formoseño Francisco Paoltroni. El legislador expresó en diálogo radial que para él el decreto “se va a rechazar", y agregó: "Yo voy a rechazar los fondos de la SIDE. ¿No hay plata para los jubilados y sí para los fondos de Caputo para la SIDE?”. Por último, consultado sobre su vínculo con Caputo contó: “Me mandó a llamar de la Casa Rosada y me pidió que me calle. Estuve cara a cara con él. Es una mala influencia para el Presidente”. La discusión se originó porque el senador de Formosa no quiere que el juez Ariel Lijo sea designado como miembro de la Corte Suprema de Justicia, como quieren en Rosada.

En Balcarce 50 responden que, más allá o no de la expulsión de Paoltroni del bloque libertario, para ellos el senador cercano a Villarruel "ya no es parte de La Libertad Avanza". "No tiene mucho futuro", espetan. Además, acusan al senador de tener un acuerdo con el expresidente Mauricio Macri, también enfrentado al entorno más próximo del mandatario.

La agenda y la interna oficialista

Desde la jefatura de Gabinete, en tanto, durante las últimas semanas estuvieron trabajando para impulsar en el Senado con algunos aspectos de "la reforma política" con la que quieren avanzar estos meses antes de que comience el año electoral. Particularmente están trabajando en el proyecto de boleta única. El ministro Guillermo Francos y su segundo, José Rolandi, estuvieron consensuando con algunos bloques provinciales que pedían modificaciones al texto que llegó de Diputados y el objetivo es que pueda ser tratado en el Senado este jueves. 

Lisandro Catalán, titular de Interior, en tanto, explicó que “desde el Gobierno estamos tratando de conseguir esta semana la ley de Boleta Única de Papel”. Dentro de esa reforma política también comentó que tienen contemplado avanzar a la brevedad con la eliminación de las PASO. 

Desde la cúpula libertaria también le intentaron bajar el tono a un supuesto malestar con Francos, que habría por las tres derrotas legislativas que sufrió LLA la semana pasada. "No es culpa de Francos. Siempre que el 65 por ciento se ponga de acuerdo vamos a perder. Puede suceder. Lo que hay que hacer es ganar las elecciones el año que viene y tener más legisladores", se envalentonan en el Gobierno.