La inflación acumulada entre enero y julio de 2024 fue del 87 por ciento, pero ese incremento de precios no se distribuyó de manera uniforme entre todos los bienes y servicios de la economía. Un estudio privado analizó cuáles artículos y servicios equiparan la inflación promedio acumulada, entre ellos destacó el rubro de consumo masivo, mientras que en el caso de bienes durables observó lo contrario, aumentos sensiblemente inferiores al promedio. En la rama de servicios encuentra las mayores alzas. Destacan además el impacto de la recesión doméstica, hablan de una economía ‘frozen’.

“Estamos inmersos en una economía ‘Frozen’”, sostiene Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, en alegoría a la película de Disney. Sin embargo “el Gobierno nacional no cree en la magia (para generar hielo) y fundamenta la baja de la inflación en un superávit fiscal primario, fin de la emisión monetaria para financiar déficit, congelamiento del gasto público y eliminación de la emisión endógena –con emisión cero hacia adelante”.

En esta economía “la actividad económica aún continúa resentida, con caída de las ventas minoristas de acuerdo a la Cámara Argentina de la Mediana Empresa del 15,7 por ciento en julio y 17 en el acumulado del año”, continúa. En tanto, “a nivel industrial en junio, de acuerdo a la Unión Industrial Argentina, la actividad registró una caída anual del 19,5 por ciento y de esta manera acumula 13 meses de caída interanual consecutiva y una contracción en el acumulado del año del 14,1 por ciento”.

Si la temperatura media de suba de precios a julio de este año fue del 87 por ciento, en este contexto se pueden identificar los "precios frozen", que experimentaron aumentos inferiores a la media, y los "precios no frozen", que mostraron incrementos superiores a la media, ensaya la consultora. A su vez distinguen tres tipos de consumo para realizar el análisis.

Por el lado de los Bienes de consumo masivo advierte que por lo general presentan un comportamiento "frozen", con la mayoría de las variaciones de precios por debajo del 87 por ciento acumulado. En un extremo “no frozen” aparecen artículos como la sal (161 por ciento de aumento), el pan lactal (139 por ciento) y la lavandina (103). Mientras que aumentaron por debajo del promedio, por ejemplo el aceite y el asado, con incrementos del 14 y 35 por ciento respectivamente. Inclusive se observan algunas deflaciones, como es el caso del azúcar (con caída del 14 por ciento) y el arroz (5 por ciento), si bien es cierto “que estas categorías venían sufriendo fuertes aumentos previamente”, aclaran desde Focus Market.

“En julio, el precio del asado se mantuvo constante en comparación con junio, mientras que el cuadril sorprendió aún más con un precio 0,6 por ciento más barato que el precio de junio”, agregaron.

Una segunda categoría que analizan es la de Bienes y servicios básicos y en general observan que estas variaciones de precios se sitúan por encima del 87 por ciento. Entre los más destacados, aparecen los precios de “comunicación” y “educación” que registraron aumentos significativos, de 144 y 118 por ciento respectivamente. Otros servicios, como “entradas al cine” y “cortes de cabello”, presentaron incrementos en torno al 92 por ciento acumulado promedio.

Los “servicios de salud”, en tanto, experimentaron un proceso de enfriamiento y se mantienen en torno a la variación del IPC general. También son “precios frozen" en esta categoría las “prendas de vestir y calzado” y “recreación y cultura”, con variaciones del 58 y 83 por ciento respectivamente, marcó la consultora.

“El enfriamiento económico implementado por el Gobierno tuvo un impacto significativo en los Bienes durables. Con la excepción de las licuadoras, cuyo precio aumentó 93 por ciento acumulado, la mayoría de los artículos en esta categoría están en una situación ‘frozen’. Por ejemplo, los aires acondicionados acumulan una disminución del 50 por ciento en su precio”, detallaron desde Focus Market en relación a la última categoría de artículos analizada.

Otros bienes durables, como auriculares, motos, equipamiento y autos también presentan precios "frozen" con variaciones del 24, 58, 65 y 82 por ciento respectivamente.

El desafío por delante será mantener moderada la inflación mayorista, advierte la consultora más adelante en su informe. Ante lo cual pondera el efecto de la reducción del impuesto PAÍS sobre los precios internos, algo que otros analistas toman más entre pinzas. 

La meta del Gobierno es llegar a un 2 por ciento mensual de inflación nucleo (aquellos precios que no dependen ni de regulaciones ni de estacionalidad), que lograría equiparar el sendero de precios internos con la devaluación oficial programada.