Hacía días que desde el entorno de Javier Milei la responsabilizaban por el escándalo que se desató con la visita de seis diputados a los genocidas que están presos en el penal de Ezeiza. Le atribuían que la libertad de los criminales de la última dictadura era “su agenda”. Victoria Villarruel no se amilanó ante las críticas de su propio espacio y demostró que su plafón pro-impunidad es más ambici