El universo de una familia de la provincia gira en torno a Sara, madre y sostén emocional, a punto de perder completamente la memoria. Mientras transita el último tramo de su vida y una caída reciente, su yerno Audón, podólogo de profesión, repara las heridas leves en sus pies, que develan otras más antiguas y profundas a punto de estallar.
Sus hijas, Viviana y Verónica, habitan roces y peleas intentando protagonizar a su manera el rol de hijas que les toca cumplir, entre ausencias y presencias, mandatos y demandas, viajes y estancamientos. En paralelo, la estabilidad emocional de Sara no depende en absoluto de los grises recuerdos sobre su marido muerto o cualquier otro integrante de la familia heredada: su fuerza vital y la alegría de vivir se nutren de su relación con Julia, su patrona de más de cuatro décadas, su deseo prohibido por 45 años. Sara ya no trabaja y su estado de salud, en medio de una familia trabajadora, requiere de una toma de decisión urgente: una batería de enfermeras impagables, o un geriátrico que la contenga.
Con dirección y dramaturgia de Galo Ontivero, asistencia de Diego Berone y protagónicos de María de Cousandier, Mónica Driollet, Jorge Castaño, Claudia Fieg y Gabi Giusti, "¡Salí de acá!" toma como punto de partida el minimalismo escénico para poner el foco en las relaciones vinculares que cruzan a sus integrantes: Audón, casado con Viviana y padre de familia, que no abandona el puñado de fantasías de tiempos pasados junto a Matías, su socio de muchos años, ahora también olvidadizo y necesitado de un cuidado personal como el de Sara. Viviana, infeliz en su matrimonio, Verónica, fóbica de la familia y de lazos afectivos, y la propia Sara, que no se priva de hablar de tetas, pijas y otros tópicos “censurables” en las abuelas que pierden la memoria y el control impuesto por el patriarcado, dejando aflorar en ese marco la fascinación histórica que la arrebata ante la presencia de Julia, inteligente, sutil y con un secreto guardado en complicidad frente al resto.
Así es que, en un contexto de vínculos tradicionales y heteropatriarcales, las relaciones familiares escapan aquí a toda normativa encorsetada para dar cuenta de tópicos como violencia de género, machismo, vinculaciones sexo-afectivas lésbicas, el deseo gay dentro del matrimonio heterosexual y el deseo sexual y amoroso en la vejez como combustible vital y necesario.
Como también exploró en su obra anterior, “4 Temblores en una hora”, Ontivero recurrió aquí parcialmente al recurso de la autoficción para construir el universo de sus personajes, utilizando su propia historia como en el caso de Sara, que fue creado partiendo del tránsito real que atravesó su madre cuando padeció sus dos primeros ACV, buscando explorar en el vínculo de Sara y Julia la relación que ella experimentó con su patrona, una relación muy particular que, como cuenta el propio Galo a este suplemento, nunca quedó del todo clara ni tampoco se develó, aunque siempre subsistió como una sospecha: "Cuando empecé a escribir “Salí de acá!” tenía una necesidad muy grande de hablar del deseo y el amor en la tercera edad, de los vínculos sexo-afectivos que hay en la tercera edad. Recordé el vínculo que tenía mi madre con su patrona de años, décadas. El apego, necesidad y amorosidad que existía en un vínculo que no terminaba de desarrollarse por culpa de mi padre, siempre interrumpido por su violencia. En la obra, Sara, quizás por los reiterados ACV sufridos, se libera de la moral familiar y se convierte en una trasgresora: no solo acepta sino impone y lucha por Julia en contra de la moral familiar, una moral sostenida como un cerco de sus dos hijas, Vivi y Vero”.
En la obra, además del deseo silente de Sara, las fantasías de Audón también se hacen presentes mediante los recuerdos que no paran de atentar contra la normatividad fingida por la familia, abriendo una y otra vez los surcos del pasado que diversifican y desmienten la felicidad impuesta por la tradición héterocis: “El vínculo entre Sara y Julia – continúa el director- tiene un espejo que es el vínculo sexo-afectivo también entre Audón, yerno de Sara, y Matías. Matías, tan anciano como Sara, es el ayudante de Audón en su consultorio de podología pero también es su maestro en su oficio y, seguramente, también con quien tuvo su despertar sexual. Audón es quien contiene a Sara porque es él quien puede entender el deseo de ella por Julia. Sara tiene un deseo vital que se termina de revelar en la tercera edad, un momento de su vida en el que se supone socialmente que no existe la sexualidad ni afectiva ni pasional".
Funciones: sábados a las 18 en Abasto Social Club, Yatay 666.