El Gobierno nacional desairó los pedidos del gobierno porteño sobre la continuidad de la Red SUBE y agrandó su frente de tormenta con el macrismo. La vigencia de un subsidio a la tarifa de transporte “lo tiene que decidir la Capital, no es un tema nacional”, sentenció el ministro de Economía, Luis Caputo, y agregó: "Es plata que pueden absorber tanto Provincia como Ciudad”.

La afirmación de Caputo no solo fue una ratificación de su política de ajustes sobre los trabajadores y trabajadoras sino también un portazo a un pedido que Jorge Macri le había hecho minutos antes.

El pedido de Jorge Macri

Por la mañana, durante uno de esos actos a los que convoca la administración porteña, el Jefe de Gobierno le pidió sin medios tonos a la Casa Rosada “que no retire el subsidio” al boleto de transportes porque “las empresas van a colapsar o la tarifa va a aumentar”.

Es más, le pidió abrir una instancia de negociación sobre el tema. “Esperamos un marco de diálogo para que el Gobierno no se retire de ese subsidio”, dijo ante una consulta de la prensa y esbozó una razón: “Es un momento en que la gente no está en condiciones de absorber un aumento de esa magnitud”, dijo sin precisar el monto ni el porcentaje del posible incremnto.

En su demanda, el primo de Mauricio Macri intentó matizar su queja: “Como más de una vez el Presidente (Javier Milei) ha dicho, la ley de gravedad existe”. Pero inmediatamente arremetió con que “si no hay subsidio o las empresas van a colapsar o la tarifa van a aumentar y ninguna de las dos cosas son buenas”.

Caputo y Milei avanzan

El Gobierno salió a responderle en cuestión de minutos. Primero lo hizo el ministro Luis Caputo a través de una entrevista radial. Sostuvo que el recorte de subsidios a los colectivos jurisdiccionales se iba a aplicar y que los aportes a las líneas interjurisdiccionales o nacionales se iban a mantener.

Es decir que a las 113 líneas que van de Capital a provincia serán subsidiadas y las que solo recorren el territorio porteño, no. De modo que el costo de los boletos de estas últimas será “un tema exclusivamente de la Ciudad como lo es en todas las provincias, no hay dudas de eso”, sentenció el titular del Palacio de Hacienda.

“Desde que llegué tengo a todos los gobernadores encima preguntando por qué seguimos subsidiando a los porteños. Esto no quiere decir que el colectivo en Capital no tenga subsidios, lo que quiere decir es que eso lo tiene que decidir la Capital”, argumentó.

Y por si fuera poco, insistió con mal tono: “Es un tema de sentido común. Estaba mal antes. Además, es plata que pueden absorber (los estados provinciales). Tienen razón todos los gobernadores que nos echaban en cara esto, ¿por qué vamos a hacer una diferencia?”.

Adorni vs. Kicillof

Quien también se metió en la discusión fue el vocero Manuel Adorni, que eligió al tema de los subsidios como uno de los ejes de su conferencia. Sin que nadie le pregunte, ratificó que el Gobierno “decidió dejar de subvencionar las líneas que no sean de estricta jurisdicción nacional, que en total son 113, 103 del AMBA y 10 del interior”.

Según él, la decisión del Gobierno de dar marcha atrás al recorte de subsdios y de los descuentos en el sistema de Boleto Integrado “no fue una marcha atrás, como lo quieren hacer creer algunos”. Sin embargo, sí fue una marcha atrás.

Luego, en un intento de no confrontar con los aliados de La Libertad Avanza (LLA), metió en el medio al gobernador Axel Kicillof. Le dijo que la Provincia “podría financiar el descuento (en colectivos) achicando la cantidad de ministerios”.

Le pidió con sorna cerrar el Ministerio de la Mujer, Políticas de Género y Diversidad, así como “también la Dirección de Empleo Público o el programa ESI con Amigues”. “Sería bueno que empiecen a revisar esos programas. Parece que algunos dirigentes no están enterados del cambio de época que se vive en la Argentina”, agregó en tono de burla.

Pero por más que la Casa Rosada elija al gobierno bonaerense como blanco de las críticas por la quita de subsidios a la Red Sube, el verdadero contrapunto político por ese tema lo tiene con su principal socio político, el PRO en el gobierno porteño.