El cardiólogo intervencionista y expresidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) Alejandro Palacios contó la situación que vive el sector por el ajuste de Javier Milei a la salud y dio detalles del paro de 48 horas que llevarán adelante desde este miércoles próximo. 

Según detallaron en un comunicado oficial, la medida de fuerza implicará no realizar colocación de stents ni angioplastias, aunque mantendrán las guardias para garantizar la realización de estas prácticas de urgencia.

Palacios sostuvo que "todo el mundo se desentiende del problema porque dicen que es un asunto entre privados, pero no es verdad"

"Hay problemas en los hospitales nacionales, provinciales y municipales, en las obras sociales, en las prepagas. Y un solo órgano rector que puede juntar a las partes para solucionar el problema, que es el Estado. No puede escaparse de ese rol mediador de este problema. La salud es un problema fundamental en la Argentina y lo estamos desatendiendo", advirtió en la 750.

"Somos entre 500 y 600 cardiólogos intervencionistas en Argentina. Hay 1000 prestadores de salud. ¿Cómo hacemos para hablar 500 con 1000, si no existe un órgano rector a representantes de las dos partes para que lleguen a un acuerdo?", se preguntó.

"Yo llevo más de 40 años haciendo esto en la tierra donde el doctor Favaloro inventó el bypass. Tenemos desarrollada una medicina de elite, reconocida en el mundo, y hoy el 40% de los estudiantes de medicina se quiere ir del país, porque no es una profesión que le puede dar tranquilidad a su familia", cerró.

¿Por qué paran los cardiólogos?

Según detallaron desde el CACI, el reclamo por la intervención estatal en el conflicto es impulsado por los “honorarios profesionales prácticamente inexistentes" a raíz del deterioro que provoca la inflación. Además, remarcan que hubo un "aumento exponencial de los costos para realizar la práctica médica".

Así, señalaron, se produjo un creciente retraso en la entrega de insumos por parte de obras sociales y prepagas, lo que somete a los pacientes a riesgos mayores. Según el comunicado, “con sus prácticas cada año en la Argentina se salvan 200 mil vidas aproximadamente”.

El vicepresidente del CACI, Alfredo Bravo, detalló a un medio nacional cómo vive este momento el sector: “Lo más crítico que está ocurriendo ahora es que los financiadores de la salud proveen los dispositivos o prótesis de acuerdo a su conveniencia económica. Nunca es en consenso con el médico y con el paciente”, explicó.

También agregó que otra "dificultad" reside en que "se obliga al médico a usar una prótesis que quizás nunca ha probado", por lo que debe "experimentar en un paciente sin tener una experiencia previa".

"Eso es muy crítico porque se pierde el concepto básico de que el médico tiene que trabajar con las herramientas que conoce y que le dan seguridad”, afirmó.

En el documento firmado, se señala además que, de no llegar a una solución inmediata, la actividad podría literalmente desaparecer”.

“La crónica deficiencia de insumos como el material de contraste y los stents, junto con la brecha entre el costo de mantenimiento de equipos y los valores pagados por los financiadores, son preocupaciones centrales que podrían conducir al colapso de la especialidad", alertan los especialistas, y agregan: "La pandemia ya demostró cómo la falta de atención adecuada puede incrementar la mortalidad cardiovascular, un riesgo que los cardiólogos señalan que podría volver a presentarse”, argumentaron.