La abogada del expresidente Alberto Fernández, Silvina Carreira, presentó este miércoles ante la fiscalía de Ramiro González -en el marco de la causa por violencia de género que inició Fabiola Yañez- el testimonio de una empleada doméstica que trabajó tanto en la Quinta de Olivos como en el departamento de Puerto Madero en el que residía la pareja antes de que Fernández ganara las elecciones.

La empleada, cuya identidad queda bajo reserva, hizo una exposición ante un escribano público en la que aseguró que nunca vio agresiones de parte del expresidente hacia Yañez, aunque sí notó moretones en el cuerpo de la exprimera dama que atribuyó a "caídas que sufría por la ingesta de alcohol".

Sus primeros años con Alberto Fernández

Según relató al escribano, la testigo empezó a trabajar en el departamento de Puerto Madero en el año 2017, asistiendo tres días a la semana entre las 8 y las 13. Luego dejó su trabajo por un periodo de dos años, debido a problemas de salud. "En ese momento, Alberto estaba iniciando su relación con Fabiola Yañez", dice el escrito. Entre los recuerdos que tiene la empleada de esa época, se menciona que "Fabiola llevaba a su perrito calabaza a la casa del señor Alberto, donde también vivía Dylan".

A finales de 2019, tras las elecciones presidenciales, la testigo empieza a trabajar de vuelta para Fernández, esta vez en la Quinta de Olivos, donde empieza a "conocer con mayor detalle" a Yañez. Según consta en la presentación, la empleada prestaba tareas de ama de llaves en el chalet presidencial durante 7 días y luego tenía 7 días de descanso: "Las habitaciones de las empleadas estaban afuera del chalet presidencial, y era allí donde la dicente descansaba la semana de trabajo", aclara el escrito. 

En los primeros años, según la testigo, solo vivía en el chalet la pareja presidencial "y cuando venía la madre de la señora Yañez se hospedaba en la casa de huéspedes". Con el nacimiento de Francisco, en abril de 2022, las cosas cambiaron, ya que a partir de entonces también empezó a vivir en el chalet la niñera, llamada Noelia, que se encargaba del cuidado del pequeño.

Violencia y alcohol

En la exposición que hizo ante el escribano, la abogada del expresidente le preguntó a la testigo si "a raíz de su trabajo y su vínculo directo con el Señor Fernández y la Señora Yañez alguna vez vio o escuchó que el Señor Fernández haya ejercido algún tipo de violencia contra la Señora" Yañez. "No, ninguno", respondió la empleada.

Consultada sobre si "observó moretones en algún lugar del cuerpo de Yañez", la testigo dijo que sí, que "le salían los golpes luego de las caídas que sufría por la ingesta de alcohol". A modo de ejemplo, mencionó que una vez encontró a Yañez caída cerca de la pileta. "Ese día Yañez había quedado hasta muy tarde con sus amistades y cuando la fue a buscar la encontró tirada en el piso en medio de las plantas en la zona de la pileta", dice la presentación.

La testigo también negó que Yañez alguna vez le haya contado sobre "algún golpe o maltrato por parte del Señor Fernández". Luego, consultada nuevamente sobre la supuesta ingesta frecuente de alcohol por parte de la entonces primera dama, dijo que "ella cada vez que se reunía con las amigas terminaba tomando demasiado" y que "las ingestas eran continuas, a veces tomaba el alcohol en soledad y otras veces cuando se reunía con otras personas". 

Su papel en esas ocasiones, aseguró la empleada, era el de "limpiar y ocultar todas las bebidas y vasos para que el Doctor Fernández no se enterara", por pedido de la propia Yañez.

Según la testigo, Yañez tenía en la Casa de huéspedes un armario con llave en el vestidor para ocultar el alcohol. "La llave la manejaba ella y ahí escondía la bebida, el peluquero le llevaba alcohol a requerimiento de ella y ahí la escondía", una tarea que también cumplía por pedido de Yañez su amiga Sofía Pacchi. Consultada sobre el motivo del ocultamiento, la empleada explicó que "el señor Daniel Rodríguez no quería que la bebida vaya al chalet ni a huéspedes y por ello le llevaban la bebida escondida". 

De acuerdo con su relato, el consumo de Fabiola se habría registrado "desde siempre, desde que se instalaron en la quinta de Olivos". En cambio, "Fernández no consumía alcohol y tampoco nunca lo vi fumando", aseveró la empleada, al tiempo que sostuvo que el trato del expresidente hacia su entonces pareja siempre fue "muy cariñoso".

"Yo siempre vi un trato cariñoso, siempre le hablaba con cariño con amor, nunca noté nada que me llamara la atención de él. Siempre la cuidaba, el era muy atento a pesar de verla en las condiciones en las que la encontraba, él se preocupaba", afirmó.

Otras declaraciones  

La empleada también fue consultada por la abogada de Fernández sobre las medicaciones que tomaba la entonces primera dama. De acuerdo con su relato, era ella quien iba a buscar a enfermería la medicación que tomaba Yañez. 

"Recuerda que la señora tomaba rivotril y clonazepan, entre otros. Manifiesta que ella se encargaba de las medicaciones para que no le faltara lo que tomaba a la mañana o noche, esto lo hacía por orden de la misma señora Yañez", dice la presentación.

En el escrito, la testigo también aseguró que Yañez no tenía ningún "impedimento para movilizarse y salir a la calle" y que "cuando ella decidía salir salía". 

Sobre el final de la presentación, la abogada de Fernández le preguntó sobre los viajes que compartió con la exprimera dama. En ese marco, la empleada mencionó que la "acompañaba a Chapadmalal en varias oportunidades" y que "en el último viaje que la acompañó, Fabiola tomó alcohol hasta el amanecer con su hermana Tamara". En un momento de la madrugada, "se queda con el bebé y se le cae", sostuvo la empleada, quien dijo que al enterarse de lo ocurrido fue a la habitación a tranquilizar al niño, que "solo sufrió un chichón".