Trabajadores, organizaciones sociales y comunitarias marcharon días atrás por paz, pan y trabajo en un contexto de descalificaciones a sus referentes y el desprecio, por parte del gobierno actual a toda forma de organización popular. Los medios masivos estigmatizan, vuelven esas características negativas al señalar que los “gordos” “aprietan y extorsionan” y desde allí legitiman despidos, represiones o justifican el sufrimiento de estos grupos.

A través de un estudio exploratorio**, nos propusimos comprender cómo los medios de comunicación influyen en la percepción pública de la CGT, de los trabajadores y de sus reivindicaciones en defensa de los derechos laborales. Los aspectos analizados fueron los titulares; la atribución de responsabilidad; la mención de tercerxs afectadxs; voces que se presentan en la cobertura y menciones textuales referidas a sindicalistas, sindicatos o a la patronal. El material analizado fue relevado en las semanas del 21 al 27 de enero (en torno al paro del 24 de enero) y del 6 al 12 de mayo (en torno al paro del 9 de mayo) en un total de 20 portales digitales seleccionados en términos de audiencia y cantidad de visitas, federalización y regionalización. El corpus quedó conformado por un total de 495 noticias.

Palabras como "cobardía", "actos mafiosos", "extorsionadores" y "mamarracho" muestran una fuerte crítica y descalificación de los paros y sus organizadores. Textuales como "dura respuesta", "insólito" e "incómodo" sugieren la percepción de los paros como acciones disruptivas y fuera de lo común.

En mayo, se destaca la aparición del término "sindigarcas", retomado declaraciones de José Luis Espert. Esto indica una naturalización de los discursos violentos por parte de funcionarios del gobierno, como Patricia Bullrich, Manuel Adorni y el legislador Espert.

En lo que hace a terceros afectados se puede pensar que un aumento de referencias a personas o actividades que se ven limitadas u obstruidas por responsabilidad de la acción gremial.

La CGT tiene una alta proporción de menciones de responsabilidad, con un 48% tomando en cuenta ambos paros aunque aumenta significativamente de 43% en enero a 59% en mayo.

De lo analizado hemos concluido que existe tendencia a destacar aspectos controversiales o negativos:

· Enfoque predominante en conflicto y desafíos: los medios tienden a destacar los impactos negativos de los paros en lugar de los motivos o las demandas de los sindicalistas o la situación de los trabajadores y sus intereses.

· Los titulares y los términos utilizados: muestran una tendencia hacia la descalificación de las acciones sindicales.

· Atribución de responsabilidad y estigmatización: tienden a atribuir la responsabilidad de los conflictos y las interrupciones de servicios o vías de circulación principalmente a la CGT y la presentan como causante de los conflictos, invisibilizando su función en defensa de los derechos laborales.

· Narrativa criminalizadora y descalificativa: criminaliza las acciones de la CGT y las presenta como ilegales o inmorales.

· Cambio en el enfoque y la intensidad: en el periodo de mayo, se observa un aumento en la presencia de la voz del gobierno y una disminución en la voz editorial, en comparación con enero.

· Voces de sindicalistas mujeres y LGBTQ+: este grupo está notablemente sub representado en todos los medios analizados, lo que indica un sesgo en la cobertura mediática.

Por estas cuestiones y viendo la continuidad que la cobertura actual tiene respecto de nuestro trabajo , estos análisis intentan ser una herramienta de discusión respecto a las posiciones de algunos periodistas y los espacios políticos que hoy conducen el Estado. Laburar, laburamos siempre. Ahora falta que ellos lean.

* Doctor en Ciencias Sociales, UNDAV / UBA.

** Trabajo realizado junto a Marina Saieva, Pablo Hernández y Andrea Gutiérrez. Proyecto de investigación sobre “La representación mediática de la protesta sindical”. FSOC, UBA