En casi ocho meses de gobierno se sumaron 8 millones de pobres en Argentina, de los cuales 5 millones pasan hambre, afirmó el economista y exdirector del Banco Nación Claudio Lozano en diálogo con la 750.
"Hay un empobrecimiento generalizado que involucra a las capas medias de la Argentina ya con bastante claridad y, cada vez más, quienes caen bajo línea de pobreza también caen en la indigencia", detalló el también presidente del partido Unidad Popular.
Para Lozano, la situación de los trabajadores en Argentina ya venía deteriorada. En 2015 comenzó la caída del poder adquisitivo de los trabajadores y de los haberes jubilatorios, el problema no se resolvió durante el gobierno del Frente de Todos y con el plan de Javier Milei y Luis Caputo se profundizó la caída.
"El resultado de ese derrumbe de los ingresos implica una caída brutal de la actividad económica que en algunos casos está en línea con lo ocurrido en la pandemia", comparó el economista. A partir de allí, se aceleró el proceso de destrucción del empleo y la aceleración de la pobreza.
El poder adquisitivo, en el fondo del mar
De los 9.300 mil de trabajadores argentinos, la mitad (44,7%) son pobres y 3 millones del total es indigente (14%). El dato surge de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, que es la encuesta de mayor amplitud y cobertura respecto de la situación laboral en nuestro país.
El deterioro del poder adquisitivo de los salarios golpea incluso a quienes tienen un empleo formal ya que el 33% de ese universo tiene un salario que está en línea con la canasta de pobreza. "El dato es que trabajar no implica no ser pobre", resumió Lozano.
Sin instituciones, balcanizados y dolarizados
Hay tres características que, observa el extitular del Banco Nación, hacen más "agresiva" a la gestión de Milei que otras experiencias similares. "Pateó absolutamente el tablero institucional de la Argentina y estableció un régimen de funcionamiento que le permitió promover una suerte de reforma constitucional de hecho a través del DNU 70/2023 y pasar por encima de todo para llevar adelante el proceso de desregulación general de la economía argentina", apuntó Lozano, y aseguró que el impacto de la devaluación del 118% anunciada en los albores del gobierno, hubiera sido menor de no haberse llevado adelante la desregulación generalizada la economía.
Este proceso también tiene su correlato en la rentabilidad descollante que tuvieron algunos sectores como las alimenticias y la empresas de comunicación en el primer trimestre de 2024 que por su característica oligopólica pudieron abusar de su posición en el mercado.
"Si lo comparamos con el mismo período en 2023, en el contexto de esta aceleración de la pobreza y deterioro de los ingresos, tuvieron un aumento de rentabilidad del 830%, en donde encontramos situaciones de aumentos del 4000% y del 9000%", graficó Lozano con Gustavo Campana.
En segundo lugar, señaló que el Gobierno no plantea como virtuoso un capitalismo de competencia, sino que destaca que la característica del mercado es producir concentración y eso es sinónimo de progeso para los cerebros económicos detrás del programa de La Libertad Avanza. "Por tanto el Estado debe estar al servicio de las corporaciones", razonó el economista.
Y continuó: "Tiene que ver con esta lógica del anarcocapitalismo, lo que hay es una estrategia de disolución nacional, que Argentina se vaya balcanizando en torno a varios paraísos extractivos". Como la extracción del litio en el norte, la soja en el centro, la megaminería en la cordillera de Los Andes e hidrocarburos en el Sur, mientras mantienen el continente antártico abierto a las principales potencias.
Por último, concluyó: "Todo este proceso termina en la dolarización y no es menor, en ese sentido, lo que ya han comenzado a hacer una serie de supermercados respecto de jugar con el dólar como moneda de curso legal".