El Ejército israelí mató este miércoles a al menos 11 palestinos, e hirieron a más de 20 durante incursiones militares terrestres y aéreas que iniciaron en la madrugada en tres puntos del norte de Cisjordania, con el fin de eliminar supuestas amenazas terroristas inmediatas que buscaban dañar a la población civil.

Según fuentes del servicio de emergencias de la Media Luna Roja Palestina (PRCS, por su sigla en inglés), cuatro palestinos murieron y ocho resultaron heridos en un ataque israelí a primera hora del miércoles en el campo de refugiados de Fara, en Tubas. Además, otros seis palestinos murieron y seis resultaron heridos en la ciudad de Yenín; tres de ellos en un ataque aéreo por un avión no tripulado israelí mientras se encontraban en su vehículo en el cercano pueblo de Seir, sureste de Yenín. En Tulkarem, donde las fuerzas siguen operando, hay al menos un palestino muerto -un discapacitado de 62 años- y tres heridos, además de cuatro lesionados en Nablus, según PRCS.

El portavoz castrense, Nadav Shoshani, confirmó que las tropas israelíes habían participado desde la medianoche en un intercambio de fuego en tiempo real tanto en Yenín como en Tulkarem, y aseguró que ningún soldado había sido herido. Shoshani dijo que los palestinos muertos iban armados, y que un conjunto de explosivos fueron desmantelados.

Ciudad cercada

Las brigadas de Yenín y Tulkarem, operativas en los dos focos geográficos más calientes de la resistencia palestina armada en Cisjordania, ya informaron alrededor de la medianoche de choques y fuego cruzado contra las tropas israelíes, que irrumpieron con francotiradores, infantería, vehículos militares y excavadoras para destruir infraestructura.

A causa de la ofensiva israelí, la ciudad de Yenín está completamente cercada, sin acceso al Hospital Gubernamental ni al especializado Ibn Sina, y con dificultades para que las ambulancias lleguen a los heridos debido al bloqueo de calles, según denunciaron fuentes palestinas. Según el portavoz castrense israelí, las tropas no planean tomar o evacuar dichos centros médicos, sino evitar que se conviertan en una zona de guerra ya que, según indicó, los milicianos tienden a refugiarse en ellos.

"(Se trata de) un intento de la entidad (israelí) de imponer nuevos hechos sobre el terreno destinados a subyugar a la Cisjordania ocupada, anexionarla y afirmar su control sobre nuestros lugares sagrados en una guerra existencial contra el pueblo palestino", denunció en un comunicado la Yihad Islámica Palestina, que confirmó feroces batallas libradas por su brazo armado, las brigadas de Al Quds.

El número de muertos

Cisjordania vive su mayor espiral de violencia de las últimas dos décadas, y en lo que va de 2024 al menos 315 palestinos murieron bajo fuego israelí, la mayoría milicianos pero también civiles, incluidos medio centenar de menores, según un análisis de la agencia de noticias EFE basado en datos de Sanidad palestina.

El Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en Cisjordania tras el ataque de Hamas del 7 octubre y, desde entonces, murieron más de 650 palestinos en incidentes violentos con tropas y una decena con colonos, incluidos al menos 147 menores. Del lado israelí, en lo que va del año murieron 22 personas (11 uniformados y 11 civiles, al menos seis de ellos colonos), la mayoría en ataques perpetrados por palestinos como tiroteos o apuñalamientos.