Un joven ultra-católico y negacionista del terrorismo de Estado fue designado al frente de la flamante Secretaría de Culto y Civilización (sic) de la Cancillería argentina. Se trata de Nahuel Sotelo Larcher, que dirigía el pequeño bloque de diputados de La Libertad Avanza en la legislatura bonaerense y ahora reemplazará a Francisco Sánchez, el bullrichista que cuestionaba no sólo el aborto y la ampliación de derechos de las últimas décadas sino hasta la legalización del divorcio del siglo pasado. Frustrado estudiante de derecho de apenas 29 años, el ahora funcionario tendrá entre sus misiones no escritas la de mejorar el vínculo con la Iglesia Católica, de relación fluctuante con el gobierno de Milei & Villarruel.
La designación la anunció el propio Sotelo en sus cuentas de redes sociales. “Es una enorme alegría que viene cargada de mucha responsabilidad en la cual trabajaré para estar a la altura de este gobierno, gobierno que ya es histórico!”, imaginó, luego de agradecer “la confianza puesta en mí” por el presidente Javier Milei y la canciller Diana Mondino, que de hecho había anticipado su nombramiento hace dos semanas.
Por el decreto 764/2024, publicado ayer en el Boletín Oficial, Milei modificó la estructura de la Cancillería. Entre otros cambios rebautizó a la Secretaría de Culto, a la que añadió “y Civilización”, que en teoría buscará “promover valores y principios contenidos en la Constitución Nacional relativos a la civilización universal y al progreso económico, social y político” de la Argentina. Incluirá a dos subsecretarías: la de Culto propiamente dicha, que debe garantizar el sostenimiento de la Iglesia Católica Apostólica Romana –hasta ahora no incluida dentro de la “casta” de la que debe desentenderse el Estado– y entablar relaciones con las demás iglesias y confesiones, y la de “Asuntos Internacionales en Derechos Humanos y Civilización” (sic).
Sotelo es diputado bonaerense desde 2021 y llegó al cargo acompañando a José Luis Espert, que por entonces le disputaba seguidores al naciente mileísmo. Al año siguiente fundó La Julio Argentino, sello que reivindica la figura de Roca, con el que buscó atraer a la militancia libertaria y establecer una fuerte presencia territorial en el Conurbano bonaerense. En 2023, cuando Espert apostaba por la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta, rompió con el bloque de Avanza Libertad y creo el mono-bloque Fuerza Libertaria.
La prensa de ese espacio lo presenta como fundador de La Libertad Avanza en territorio bonaerense, lo elogia por su oposición a la sindicalización de los trabajadores de aplicaciones de delivery y a las políticas del gobernador Axel Kicillof. También por su sintonía con referentes de la ultraderecha como Jair Bolsonaro o el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Sotelo nació en Córdoba en 1995, vivió en Rosario y Salta, y estudió abogacía. No terminó la carrera pero se instaló en el micromundo de la ultraderecha al publicar “Cartas de los ’70, el dolor de la otra parte”, donde expone casos de víctimas de operaciones armadas de agrupaciones guerrilleras, en línea con la vicepresidenta Victoria Villarruel y con la estrategia histórica del aparato de inteligencia de las Fuerzas Armadas para intentar legitimar tácitamente las prácticas del Estado terrorista.
Las crónicas políticas lo vinculan al ala más conservadora de la Iglesia católica, que estaría representada en el grupo llamado “La banda del Opus Dei”, que Sotelo integra junto diputado nacional Santiago Santurio y su ahora es compañero de bancada provincial, Agustín Romo, con quien comparte otro culto: el de hacer política a través de las redes sociales. Está casado con Clara Cuevas, una militante católica mexicana que predica el evangelio por las redes sociales.